Lo que debía ser un verano de juegos, oración y amistad se convirtió en una pesadilla inimaginable en el corazón de Texas (EEUU), luego de que un campamento cristiano para niñas Camp Mystic, fundado en 1926 y ubicado a orillas del río Guadalupe, fue arrasado por una inundación repentina durante la madrugada del 4 de julio.
De acuerdo con reportes de los medios estadounidenses, en cuestión de minutos, el agua subió más de ocho metros, destruyendo cabañas y atrapando a decenas de menores. Las autoridades confirmaron la muerte –hasta ahora– de al menos 27 niñas, mientras que otras siguen desaparecidas.
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Los testimonios de sobrevivientes estremecen al mundo. Stella Thompson, de 13 años, relató que ella y sus compañeras rezaban entre lágrimas mientras el agua golpeaba las ventanas de su cabaña.
“Estábamos aterradas, pero no por nosotras, sino por quienes estaban al otro lado”, dijo. Indicó, que otras niñas, tuvieron que nadar entre escombros y árboles arrancados de raíz para escapar. Un consejero incluso rompió una ventana para que varias pudieran huir nadando en la oscuridad.
La menor calificó la escena como “horrible”, donde vio “árboles arrancados de raíz” y kayaks atascados sobre otros. “Ya no parecía el campamento Mystic”, remató.
MENSAJE DEL CAMPAMENTO MYSTIC
“Nos sentimos profundamente destrozados junto con nuestras familias que sufren esta tragedia inimaginable”, expresó, por su parte, el campamento por medio de un comunicado publicado en su portal web.
En tanto, las autoridades locales y estatales desplegaron recursos masivos para las labores de rescate, mientras que la comunidad se ha volcado en apoyo a las familias afectadas.
El gobernador de Texas, Greg Abbot, calificó la escena como “una devastación horrenda, como nunca había visto”.
Según expertos, la tormenta dejó cerca de 30 centímetros de lluvia en pocas horas, elevando el nivel del río Guadalupe a casi 10 metros, su segundo nivel más alto registrado.
La velocidad del evento fue tal que ni siquiera los radares meteorológicos anticiparon su intensidad. En total, más de 100 personas han muerto en Texas por las inundaciones, muchas de ellas en el condado de Kerr, donde se encuentra el campamento.
Hoy, mientras continúan las labores de búsqueda, el país entero guarda luto por las vidas perdidas. Camp Mystic, símbolo de tradición y crecimiento espiritual para generaciones de niñas, quedó irreconocible.
