En la mañana de este lunes, 7 de julio, la tranquilidad de McAllen, en Texas (EEUU), se vio interrumpida por un violento tiroteo en una instalación de la Patrulla Fronteriza, cuando un hombre armado con un rifle de asalto y vestido con equipo táctico abrió fuego contra agentes federales en el anexo del sector del Valle del Río Grande, cerca del aeropuerto local.
De acuerdo con la información de ABC7 Los Ángeles, la rápida respuesta de los agentes y policía local evitó una tragedia mayor: el atacante con el rifle fue abatido en el lugar.
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El sospechoso fue identificado como Ryan Louis Mosqueda, de 27 años, originario de Michigan.
Según las autoridades, Mosqueda llegó al lugar en un vehículo con matrícula de su estado natal, pintado con aerosol con lo que se presume eran palabras en latín. A las 5:50 a.m., comenzó a disparar decenas de rondas contra el edificio federal. Aunque portaba más munición, no logró ingresar a las instalaciones.
Durante el enfrentamiento, un oficial de policía de McAllen, identificado como Ismael García, resultó herido en la rodilla. Afortunadamente, se encuentra estable y recibiendo atención médica.
Sin embargo, el aeropuerto internacional de McAllen fue cerrado temporalmente. En consecuencia, todos los vuelos fueron retrasados como medida de seguridad.
Hasta el momento, se desconoce el motivo del ataque. Las autoridades investigan si Mosqueda actuó solo y qué significado podrían tener las inscripciones en su vehículo.
El jefe de policía, Víctor Rodríguez, expresó su preocupación por la naturaleza impredecible de este tipo de amenazas. Subrayó la importancia de mantenerse alerta ante posibles riesgos para la comunidad.
El caso lo asumió el FBI, que lidera la investigación en curso. Mientras tanto, la comunidad fronteriza permanece en estado de shock, recordando que incluso en los lugares más vigilados, la violencia puede irrumpir sin previo aviso.
Por su parte, Todd Blanche, fiscal general adjunto del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés), dijo en redes sociales que el DOJ monitoreaba el tiroteo, al igual que otro incidente que ocurrió en Portland, Oregón.
“El departamento tiene tolerancia cero ante agresiones a agentes o propiedades federales y aplicará todo el peso de la ley contra los responsables”, enfatizó Blanche.