En los años 90, en una casa suburbana de Dobbs Ferry, Nueva York (EEUU), un joven Mark Zuckerberg, de tan solo 12 años, dio sus primeros pasos en el mundo de la programación al crear ZuckNet, un sistema de mensajería instantánea.
Inspirado por su padre, Edward Zuckerberg, un dentista apasionado por la informática, Mark desarrolló esta herramienta para mejorar la comunicación entre el consultorio dental de su padre y las habitaciones de la casa familiar.
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De acuerdo con la historia reseñada por medios estadounidenses, este proyecto no solo marcó el debut de Zuckerberg como programador, sino que también fue su primer acercamiento al diseño de herramientas sociales, mucho antes de que Facebook existiera como concepto.
La idea de ZuckNet surgió de una necesidad práctica: facilitar la comunicación entre la recepcionista del consultorio y Edward, evitando gritos o desplazamientos innecesarios.
Utilizando un Atari BASIC, Mark creó un sistema funcional que conectaba múltiples terminales dentro de la casa.
Este sistema permitía enviar mensajes cortos entre habitaciones, actuando como una intranet doméstica en una época en la que las redes internas no eran comunes. ZuckNet no solo cumplió su propósito profesional, sino que también fue adoptado por la familia para organizar tareas y mejorar la convivencia diaria.
El entorno familiar desempeñó un papel crucial en el desarrollo de ZuckNet. Edward, al notar el interés de su hijo por la tecnología, le proporcionó recursos como libros de programación y clases particulares.
Este apoyo, combinado con la curiosidad innata de Mark, permitió que el joven desarrollara habilidades avanzadas a una edad temprana.
ZuckNet no fue simplemente un experimento. Terminó siendo una solución práctica que demostró el potencial de Mark para crear herramientas innovadoras.
Aunque ZuckNet fue eventualmente reemplazado por plataformas comerciales como AOL Instant Messenger, su impacto en la vida de Mark fue significativo.
En entrevistas, Zuckerberg ha recordado este proyecto con nostalgia, describiéndolo como un antecedente de muchas de las ideas sobre software social que exploraría más adelante.
Este primer éxito cimentó su confianza y lo motivó a seguir desarrollando proyectos tecnológicos que cambiarían la forma en que las personas se conectan.
