Para aquellos que buscan obtener la residencia permanente en Estados Unidos, una de las opciones más populares es el Programa EB-5; es decir, la vía de la inversión.
Este programa permite a los inversionistas extranjeros y sus familias obtener una Green Card mediante una inversión significativa en proyectos comerciales que fomenten el crecimiento económico del país.
LEA TAMBIÉN: PUEDES OBTENER LA RESIDENCIA PERMANENTE EN EEUU SIN CASARTE, ESTO ES LO QUE DEBES SABER
Actualmente, la inversión mínima requerida para participar en este programa es de 800.000 dólares estadounidenses. Este monto puede reducirse si la inversión se destina a proyectos en áreas rurales o con alto desempleo, conocidas como Target Employment Areas (TEA).
El Programa EB-5 fue creado en 1990 como parte de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, con el objetivo de estimular la economía mediante la inyección de capital extranjero y la creación de empleos.
Para obtener la residencia permanente, los inversionistas deben cumplir con ciertos requisitos, incluyendo la generación de al menos 10 empleos de tiempo completo para ciudadanos estadounidenses o residentes legales.
Además, el proyecto debe estar relacionado con empresas relativamente nuevas o en expansión.
Otra opción para aquellos interesados en invertir en EEUU es la visa E-2, también conocida como la de no inmigrante.
Esta visa permite a ciudadanos de países con tratados de comercio y navegación con Estados Unidos ser admitidos al país al invertir en una empresa estadounidense.
A diferencia del EB-5, la visa E-2 no establece un monto mínimo de inversión fijo (aunque se han registrado aprobaciones con inversiones tan bajas como 75.000 dólares y otras que superan los millones).
Sin embargo, esta visa no ofrece residencia permanente y tiene una duración limitada.
Los beneficiarios pueden residir en EEUU inicialmente por un período de dos años, con la posibilidad de solicitar extensiones que podrían durar hasta cinco años.
Sin embargo, los titulares de la visa E-2 deben demostrar su intención de abandonar el país una vez que su estatus migratorio expire.