En medio del cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) decidió implementar una reducción del 10 % en la capacidad de vuelos en 40 de los principales aeropuertos del país.
Esta medida, que entrará en vigor este viernes, 7 de noviembre, responde a la creciente escasez de personal, especialmente de controladores aéreos que trabajan sin recibir salario y han comenzado a ausentarse de sus puestos.
LEA TAMBIÉN: AL BORDE DEL COLAPSO: ADVIERTEN RESTRICCIÓN DEL ESPACIO AÉREO DE EEUU POR CIERRE DE GOBIERNO
El secretario de Transporte, Sean Duffy, explicó que esta decisión busca anticiparse a posibles problemas operativos y garantizar la seguridad aérea. “Esto es proactivo”, afirmó durante una rueda de prensa ante los medios estadounidenses.
Aunque no se ha publicado la lista completa de los aeropuertos afectados, se sabe que se trata de mercados de alto volumen, donde el impacto será más notorio en términos de retrasos y cancelaciones.
Asimismo, el administrador de la FAA, Bryan Bedford, también subrayó que no se puede ignorar la presión que el cierre está generando sobre el personal.
“A medida que analizamos los datos más detalladamente, notamos presiones que, si no se controlan, afectarían nuestra capacidad de mantener que operamos el sistema aéreo más seguro del mundo”, señaló.
CONTACTARÁN A LAS AEROLÍNEAS
Igualmente, la agencia anunció que comenzarán a establecer conversaciones con líderes de aerolíneas para coordinar ajustes operativos y minimizar el impacto en los pasajeros.
Sin embargo, se espera que los viajeros experimenten demoras significativas, especialmente en rutas concurridas y durante horarios pico.

CRISIS EN AEROPUERTOS DE EEUU
Actualmente, miles de empleados de la FAA y de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés) están trabajando sin recibir salario.
Esta situación ha provocado ausencias laborales, agotamiento y una reducción crítica en la capacidad operativa de los aeropuertos.
Según Duffy, hay una escasez de entre 2.000 y 3.000 controladores aéreos, lo que ha generado retrasos masivos y cancelaciones de vuelos en todo el país.
De acuerdo con cifras recopiladas por el portal especializado FlightAware, el sábado se registraron alrededor de 4.500 vuelos con demoras y más de 500 cancelaciones en distintos puntos del país.
La jornada del domingo tampoco trajo alivio: antes del mediodía ya se contabilizaban 2.756 retrasos y 222 vuelos suspendidos.
El Aeropuerto Internacional de Orlando fue uno de los más afectados, con tiempos de espera que rondaron las dos horas y 40 minutos en promedio. En los casos más críticos, hubo vuelos que permanecieron retenidos hasta por 12 horas, generando malestar e incertidumbre entre los pasajeros.
CIERRE DE GOBIERNO
Todo este caos es generado por el cierre del gobierno federal de Estados Unidos, iniciado el 1 de octubre, y que ya alcanzó este miércoles los 36 días consecutivos, convirtiéndose en el más largo de la historia del país.
Esta paralización supera el récord anterior de 35 días, registrado durante la primera administración del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en 2019.
El estancamiento legislativo, que provocó el cierre del gobierno, tiene su origen en el desacuerdo sobre la continuidad de los programas de asistencia sanitaria. En concreto, los dirigidos a los sectores más desfavorecidos.
Mientras los demócratas insisten en ampliar los beneficios fiscales y reforzar el acceso a Medicaid, los republicanos rechazan condicionar la reactivación del aparato estatal a la aprobación de estas medidas sociales.

