La tormenta tropical Priscilla, que recientemente se degradó desde la categoría de huracán, mantiene bajo alerta a varias regiones del suroeste de Estados Unidos.
Aunque su intensidad ha disminuido, el sistema continúa desplazándose frente a la costa del Pacífico mexicano, generando condiciones meteorológicas adversas que podrían provocar inundaciones repentinas en zonas urbanas y rurales.
LEA TAMBIÉN: «LA TORMENTA DEL NORESTE« QUE PODRÍA CAUSAR FUERTES LLUVIAS E INUNDACIONES EN EEUU, ESTO ES LO QUE SE ESPERA ANTE SU FORMACIÓN
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) informó que Priscilla se encuentra a unos 265 kilómetros al oeste-suroeste de Baja California Sur, con vientos sostenidos de 72 km/h y movimiento hacia el noroeste.
Los estados más afectados por el paso de Priscilla y que ya comienzan a sentir sus efectos son Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México, donde se esperan acumulaciones de lluvia de entre 50 y 100 milímetros, con picos de hasta 150 milímetros en áreas puntuales.
En particular, el centro y norte de Arizona podrían enfrentar numerosas inundaciones repentinas, mientras que otras zonas del suroeste experimentarán casos dispersos.
Por tanto, las autoridades meteorológicas han instado a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones de protección civil ante el riesgo de crecidas súbitas.
MAREJADAS PELIGROSAS
Además de las lluvias, Priscilla ya ha generado marejadas peligrosas en la costa del Pacífico mexicano, afectando especialmente a Baja California Sur.
Estas olas elevadas y corrientes de resaca representan un riesgo para bañistas y embarcaciones pequeñas. Aunque se espera que el núcleo de la tormenta se mantenga mar adentro, su influencia se extiende hacia el norte, cargando de humedad las capas atmosféricas que alimentan las precipitaciones en territorio estadounidense.
¿HASTA CUÁNDO SERÁN LAS LLUVIAS?
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advirtió que las lluvias más intensas comenzarán este jueves y se prolongarán hasta el sábado.
Las zonas más vulnerables incluyen cañones angostos, áreas urbanas y terrenos afectados por incendios forestales, donde el suelo tiene menor capacidad de absorción.
Esta combinación de factores podría agravar el impacto de las lluvias, generando deslaves y cortes de vías en regiones montañosas.
