Cada año, millones de estadounidenses se preparan para el cambio de hora que ocurre en otoño. En 2025, el horario de invierno comenzará oficialmente el domingo 2 de noviembre, cuando a las 2:00 de la madrugada los relojes deberán atrasarse una hora, volviendo a marcar la 1:00 a.m.
Este cambio, conocido como el fin del “Daylight Saving Time”, busca aprovechar mejor la luz natural durante las mañanas, aunque también implica que las tardes oscurecerán más temprano.
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Para ajustar el reloj correctamente, los dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadoras y relojes inteligentes suelen hacerlo de forma automática si están conectados a internet.
Sin embargo, los relojes analógicos o digitales sin conexión requieren un ajuste manual. Se recomienda realizar el cambio antes de ir a dormir el sábado por la noche, para despertar el domingo con la hora correcta.
¿QUÉ IMPLICA ESTE CAMBIO DE HORARIO POR INVIERNO?
Este cambio horario puede tener efectos en la salud y el bienestar. Aunque se gana una hora de sueño, algunas personas experimentan alteraciones en sus patrones de descanso, especialmente quienes tienen rutinas estrictas o sensibilidad al cambio de luz.
Expertos sugieren mantener horarios regulares de sueño, exponerse a luz natural por la mañana y evitar pantallas antes de dormir para facilitar la adaptación.

TERRITORIOS QUE NO APLICAN
Cabe destacar que no todos los territorios de EEUU aplican este cambio. Hawái, Puerto Rico, Guam, Islas Vírgenes y Samoa Americana no participan en el horario de verano, por lo que sus relojes permanecen sin modificación.
En el resto del país, el cambio afecta a trabajadores, estudiantes y viajeros, siendo una tradición que genera debate cada año sobre su utilidad y efectos reales.
¿HASTA CUÁNDO?
Permanecerá vigente durante aproximadamente cuatro meses, hasta que el próximo cambio de hora marque el inicio del horario de verano, previsto para el 8 de marzo de 2026.
En esa fecha, los relojes deberán adelantarse una hora, lo que implicará perder una hora de descanso en favor de aprovechar mejor la luz del día durante las tardes.