En las próximas semanas, la ciudad de Chicago (EEUU) cerrará tres de sus albergues para migrantes, ubicados en Pilsen, West Loop y Hyde Park.
De acuerdo con medios locales, esta decisión ha sido tomada debido a una disminución significativa en la llegada de migrantes a la ciudad, lo que ha reducido la necesidad de mantener tantos refugios operativos.
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El gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, explicó que las políticas de la administración Harris-Biden han contribuido a esta disminución, permitiendo a la ciudad reevaluar sus necesidades y reducir gastos.
Los albergues de Pilsen y West Loop cerrarán el 1 de octubre, mientras que el de Hyde Park lo hará el 24 del mismo mes.
Estos cierres afectarán a aproximadamente 1.200 migrantes, quienes serán reubicados en otros centros que seguirán operando en la ciudad.
Lo que se explicó, es que la medida busca optimizar los recursos disponibles y asegurar que los servicios se mantengan eficientes y sostenibles.
Como era de esperarse, la decisión generó diversas reacciones entre la comunidad y los funcionarios locales. Algunos ven el cierre de estos albergues como una oportunidad para reducir costos. También para mejorar la gestión de recursos, mientras que otros expresan preocupación por el bienestar de los migrantes que serán trasladados.
Sin embargo, las autoridades aseguran que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar una transición suave y segura para todos los afectados.
GASTOS QUE GENERAN LOS MIGRANTES
En el último año, Chicago ha gastado más de 313,5 millones de dólares en viviendas y servicios para los migrantes, utilizando fondos estatales y federales.
Con la disminución en la llegada de nuevos migrantes, se espera que los costos se reduzcan, permitiendo a la ciudad destinar recursos a otras áreas necesitadas. Esta reestructuración es vista como un paso necesario para mantener la sostenibilidad financiera a largo plazo.