En marzo de 2024, algo poco usual se registró: el nacimiento de una cachorra de Golden Retriever con un pelaje verde llamativo.
Este fenómeno, causado por la biliverdina, un pigmento biliar que puede mezclarse con el líquido amniótico durante el parto, marcó el inicio de una historia extraordinaria.
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El cachorro, bautizado como Shamrock, nació en un criadero de Pensacola, Florida (EEUU), dos semanas antes del Día de San Patricio, un detalle que parecía presagiar su “suerte” en la vida.
El color verde de Shamrock, aunque temporal, la hizo destacar desde el principio.
Su criadora, Carole DeBruler, quien lleva 17 años criando perros en Golden Treasures Kennel, compartió que el tono peculiar de su pelaje desapareció gradualmente, desvaneciéndose por completo cuando Shamrock cumplió 12 semanas.
Sin embargo, su personalidad vibrante y carácter único permanecieron intactos, convirtiéndola en una compañera especial para su nuevo dueño, Mike Burr. Se trata de un hombre de 67 años, quien recientemente se retiró de su trabajo como gerente de seguridad en Liberty Shield Security.
De acuerdo con People, Burr conoció a Shamrock cuando ella tenía apenas tres o cuatro semanas de vida.
Aunque DeBruler suele esperar hasta que los cachorros cumplen seis semanas para que los futuros dueños puedan elegir basándose en sus personalidades, en este caso, la conexión fue inmediata.
“Él dijo: ‘Esa es la que quiero’”, recordó en su entrevista con el medio. Burr, quien había decidido adoptar un cachorro tras su jubilación, describió el momento en que sostuvo a Shamrock por primera vez como algo especial.
Desde entonces, ambos han sido inseparables. La llegada de Shamrock marcó un cambio significativo en la vida de Burr.
El hombre dedicó las primeras semanas a adaptarse a su nueva rutina como dueño de un cachorro. Incluso empezó a dormir en el sofá para estar cerca de ella durante las noches.
Aunque admitió que criar a un perro requiere esfuerzo, el hombre señaló que su decisión de adoptar a la golden retriever tras su retiro fue acertada, ya que ahora tenía el tiempo necesario para cuidarla.
“Mi vida es más peluda ahora”, bromeó Burr, refiriéndose a la cantidad de pelo que Shamrock deja en casa.
