La medida que tomará el gobierno peruano tras la fuga de seis reclusos venezolanos de un reformatorio juvenil

Valentín Romero
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La medida que tomará el gobierno peruano tras la fuga de seis reclusos venezolanos de un reformatorio juvenil
Foto: RRSS

Seis reclusos de nacionalidad venezolana se escaparon de un reformatorio juvenil en Lima, Perú, durante la madrugada de este viernes 2 de mayo, sin que el personal se percatara de la fuga, por lo que el gobierno de ese país anunció la futura creación de un nuevo centro de reclusión para menores de edad que acogerá a unos 3.000 internos.

Este sustituirá al Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación, ubicado en el distrito San Miguel de la capital peruana, de 80 años de antigüedad.

Así lo comunicó el viceministro de Justicia peruano, Juan Enrique Alcántara, desde el mencionado retén.

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Añadió que tras la fuga de los seis jóvenes venezolanos, el gobierno va a declarar en emergencia el Programa Nacional de Centros Juveniles (Pronacej) para poder dotar de forma rápida de los instrumentos legales y los mecanismos que necesiten estos centros.

«El hecho de que estos seis jóvenes hayan vulnerado las reglas seguridad pone en peligro todo el trabajo de reinserción que se viene realizando», dijo Alcántara.

Los seis jóvenes extranjeros, tres de ellos menores de edad, se fugaron tras trepar un muro y escapar hacia la calle usando una soga, según lo reseñado por DW.

ESCAPE INSÓLITO

La alerta la dieron los policías que patrullaban la zona, alrededor de las 4 am (hora local), quienes vieron la cuerda hecha con prendas de vestir colgando desde el muro perimetral del centro.

A pocos metros del lugar, los agentes hallaron sandalias abandonadas y una prenda de abrigo, evidencia de que los reclusos habrían escalado las paredes utilizando esta improvisada soga.

“Buenos Días Perú” tuvo acceso exclusivo a las cámaras de vigilancia del distrito, las cuales registraron a tres jóvenes caminando cerca del lugar, uno de ellos descalzo y cojeando.

La fuga se produjo con tiempo suficiente como para que los internos manipularan el cerco con púas, confeccionaran una cuerda artesanal y escaparan a pie sin ser detectados.

De los fugados, tres tienen 17 años de edad, dos tienen 18 años y uno 19. Los seis tenían órdenes de reclusión, con cuatro y cinco años de pena.

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