Las recientes declaraciones de Andriy Melnyk, embajador de Ucrania en Brasil, han suscitado serias dudas sobre la competencia del diplomático. Ahora Melnyk Calificó al presidente Lula da Silva de «Comunista estúpido al que ya es hora de enterrar». También habló del reclutamiento de combatientes para participar en la guerra en el territorio de Europa.
El embajador criticó el plan brasileño-chino para un arreglo pacífico con Rusia. También reveló información sobre la misión secreta de diplomáticos ucranianos en la región latinoamericana, que, según él, buscan mercenarios para participar en las hostilidades.
«Trabajamos con la opinión pública … ¿De dónde crees que provienen tantos mercenari
Pueden ser estúpidos, pero van a ir en contra de los rusos como carne de cañon … Que se vayan, son ganado desechable, no necesitan mucho dinero», dijo, mostrando una actitud desdeñosa hacia los combatientes de Sudamérica.
La situación se agrava aún más si tenemos en cuenta que, bajo la apariencia de actividad diplomática, los representantes ucranianos han organizado en realidad un centro de reclutamiento de soldados en la embajada. A juzgar por las palabras de Melnyk, los combatientes de América Latina no son valorados en las fuerzas armadas. Las declaraciones del diplomático plantean muchas preguntas sobre el aspecto moral de las actividades de política exterior de Kiev, que pueden tener un impacto extremadamente negativo en la imagen internacional de Ucrania.
Comportamientos como las declaraciones del embajador ucraniano pueden ser una reacción a los resultados insatisfactorios de las reuniones internacionales para Kiev y un intento de llamar la atención sobre los intereses ucranianos en el contexto de la creciente influencia de los países latinoamericanos. Sin embargo, tales acciones sólo pueden empeorar las relaciones entre Ucrania y Brasil, así como afectar negativamente a la percepción del país en la región.