Este jueves, 11 de diciembre, Tyler Robinson, el joven de 22 años acusado de asesinar al activista conservador Charlie Kirk, compareció por primera vez en persona ante el tribunal de Utah (EEUU).
De acuerdo con ABC News y otros medios estadounidenses, la audiencia se celebró en Orem, donde Robinson apareció vestido con camisa, corbata y pantalón de vestir, aunque con grilletes en muñecas y tobillos.
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Su presencia marcó un giro en el proceso, ya que hasta ahora había participado únicamente mediante videollamadas o audio desde la cárcel.
Durante la sesión, Robinson saludó a sus familiares, quienes se encontraban en la primera fila del recinto. Su madre, visiblemente afectada, se secó las lágrimas con un pañuelo, acompañada por el padre y el hermano del acusado.
La escena reflejó la tensión emocional que rodea el caso. El mismo ha captado la atención nacional desde el tiroteo ocurrido el pasado 10 de septiembre en el campus de la Universidad del Valle de Utah.
El juez Tony Graf, encargado del proceso, anunció que evalúa restringir más el acceso de los medios de comunicación a las audiencias.
La defensa de Robinson y la Oficina del Sheriff del condado de Utah solicitaron la prohibición total de cámaras en la sala, argumentando que la cobertura mediática podría comprometer el derecho del acusado a un juicio justo.
Graf reconoció que la atención pública sobre el caso es “extraordinaria” y dijo se requieren medidas especiales para preservar la presunción de inocencia.
En audiencias previas, el juez ya había adoptado disposiciones para controlar la imagen pública del acusado. Entre ellas, permitir que Robinson vista ropa de calle en lugar de uniforme carcelario, aunque permanezca físicamente restringido por motivos de seguridad.
Asimismo, prohibió a los medios filmar o fotografiar las ataduras del acusado, atendiendo a la preocupación de la defensa de que tales imágenes pudieran influir en la percepción de los futuros jurados.
La fiscalía, por su parte, imputó a Robinson por asesinato agravado y anunció su intención de solicitar la pena de muerte. El proceso se desarrolla en el tribunal de Provo, a pocos kilómetros del lugar donde ocurrió el tiroteo.

¿QUIÉN ERA CHARLIE KIRK?
Kirk, de 31 años, fue asesinado el pasado miércoles, 10 de septiembre, tras ser alcanzado por un disparo en el cuello. Todo ocurrió durante un acto en el auditorio de la Universidad de Utah Valley.
El activista era un fiel aliado del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. De hecho, con el mandatario apareció públicamente en la Casa Blanca en 2019 durante visitas de jóvenes conservadores y posteriormente con un rol activo en mitines de campaña en 2024.
La asociación Turning Point USA, fundada por él a los 18 años, se consolidó como un foro importante dentro del movimiento MAGA. Funcionó, bajo su liderazgo, como un espacio para movilizar el voto joven hacia el Partido Republicano.
PRUEBAS CONTRA EL ACUSADO
A Robinson o imputaron el martes, 16 de septiembre, con cargos de asesinato agravado. De acuerdo con la legislación vigente en Utah, estado donde se desarrolla el juicio, este delito contempla la posibilidad de aplicar la pena de muerte.
Además del cargo principal, la fiscalía imputó a Robinson por disparo con agravantes —delito que puede conllevar cadena perpetua— y por obstrucción a la justicia, sancionada con hasta 15 años de cárcel.
Según la acusación, Robinson disparó un rifle de cerrojo desde la azotea de un edificio cercano, impactando a Kirk en el cuello.
La detención de Robinson se produjo, cuando se presentó voluntariamente en una comisaría acompañado por sus padres.
Entre las principales evidencias figura una nota atribuida al acusado. En la misma alude directamente a Charlie Kirk. “Tuve la oportunidad de matar a una de las voces conservadoras más destacadas del país y la voy a aprovechar”, habría escrito Robinson, según relató el fiscal del condado Jeff Gray.
El mismo fiscal explicó a los medios que la madre de Robinson informó que su hijo mantenía una relación sentimental con su compañero de habitación, quien atravesaba un proceso de transición de género.
En un mensaje posterior dirigido a su pareja, Robinson expresó: “La verdad, esperaba guardar este secreto hasta morir de viejo”. Ante la pregunta sobre su implicación en el ataque, el acusado respondió: “Lo soy, lo siento”.

