El cierre del gobierno federal de Estados Unidos, iniciado el 1 de octubre, alcanzó este miércoles los 36 días consecutivos, convirtiéndose en el más largo de la historia del país.
Esta paralización supera el récord anterior de 35 días, registrado durante la primera administración del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en 2019.
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La causa principal ha sido la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos en el Congreso sobre el nuevo paquete de financiación, lo que ha impedido la aprobación del presupuesto federal y desencadenado una crisis institucional sin precedentes.
Durante estas cinco semanas, más de 1.4 millones de empleados federales han sido afectados, muchos de ellos obligados a trabajar sin recibir salario, mientras otros han sido suspendidos temporalmente.
Los efectos se han extendido a servicios esenciales como el control aéreo, donde la escasez de personal ha provocado demoras y cancelaciones en vuelos.
Además, más de 42 millones de personas han dejado de recibir beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, siglas en inglés), destinado a la compra de alimentos, lo que ha agravado la inseguridad alimentaria en comunidades vulnerables.
¿CUÁNTAS VECES INTENTARON DESTRABAR LA SITUACIÓN?
El Senado ha intentado sin éxito aprobar un acuerdo, con 14 votaciones fallidas que reflejan la profunda polarización política en Washington.
Asimismo, la Casa Blanca y el Congreso se mantienen en un pulso presupuestario que paralizó la publicación de datos económicos oficiales. Esto dejó a inversionistas y responsables de políticas públicas sin información clave para tomar decisiones.
Este vacío informativo ha generado incertidumbre en los mercados y debilitado la confianza en la estabilidad institucional del país.

¿CUÁL ES EL PUNTO PRINCIPAL DE CONTROVERSIA?
El estancamiento legislativo que provocó el cierre del gobierno tiene su origen en el desacuerdo sobre la continuidad de los programas de asistencia sanitaria. En concreto, los dirigidos a los sectores más desfavorecidos.
Mientras los demócratas insisten en ampliar los beneficios fiscales y reforzar el acceso a Medicaid, los republicanos rechazan condicionar la reactivación del aparato estatal a la aprobación de estas medidas sociales.
¿QUÉ OPINAN LOS ESTADOUNIDENSES?
En medio del estancamiento político, tanto demócratas como republicanos enfrentan cuestionamientos por parte de la ciudadanía.
Según una encuesta realizada por Reuters/Ipsos, el 50 % de los estadounidenses atribuyó la mayor responsabilidad del cierre a los republicanos. Mientras, que un 43 %, consideró que los demócratas también tienen parte de culpa.

