Lo que parecía un vuelo rutinario entre Atlanta y San Diego (EEUU) se convirtió en tensión y caos, cuando el vuelo 731 de Delta Airlines tuvo que ser desviado a Dallas tras el comportamiento errático de un pasajero, quien se desnudó poco después del despegue.
Según testigos, el hombre comenzó a gritar desesperadamente que «quería ver a su familia, y volver a casa» y, en medio de su arrebato emocional, se quitó parcialmente la ropa, generando alarma entre los demás viajeros.
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La situación se tornó crítica durante los primeros 30 minutos del vuelo, mientras otros pasajeros y miembros de la tripulación intentaban calmar al individuo.
Aunque no se confirmó si estaba bajo los efectos de sustancias o drogas, varios testigos señalaron que parecía fuera de sí o de sus cabales.
Ante el riesgo creciente, la tripulación activó los protocolos de seguridad. Y, tras dos horas de vuelo, el capitán anunció el desvío al Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth.
Al aterrizar en Dallas, al menos cuatro agentes del orden público abordaron la aeronave y escoltaron al pasajero fuera del avión, sujetándole las manos con bridas amarillas.
El hombre no opuso resistencia y fue retirado sin incidentes adicionales. El vuelo permaneció en tierra por aproximadamente una hora y media antes de retomar su ruta hacia San Diego, donde aterrizó sin más contratiempos.
Los pasajeros elogiaron la respuesta rápida y profesional de la tripulación.
Rodelyn Kupfersmid, testigo del incidente, destacó que el personal actuó con eficacia y logró manejar la situación sin que alguien resultara herido.
Delta Airlines, por su parte, emitió un comunicado. Por medio del mismo, reafirmaron su política de “cero tolerancia ante el comportamiento indisciplinado” y agradeció la paciencia de los viajeros afectados.
