Este viernes siete de marzo en horas de la tarde se produjo la primera ejecución por pelotón de fusilamiento en Estados Unidos (EEUU) en más de 15 años, luego de que se le aplicara la pena capital a Brad Sigmon, condenado por el asesinato de los padres de su exnovia en 2001.
La ejecución tuvo lugar en la prisión de Broad River, en Carolina del Sur, donde también resultó en ser la primera de este tipo desde la reinstauración de la pena de muerte en este estado de la unión americana.
El fusilamiento de Sigmon se produjo a las 6:08 pm (hora local). Fue declarado muerto tras recibir disparos en el pecho por parte de tres tiradores voluntarios, según informó CBS News.
«SON COSAS QUE NO OLVIDARE»
La mencionada cadena estadounidense precisó que la escena en la sala de ejecución fue impactante. Sigmon vestía un uniforme negro y tenía un objetivo blanco con un círculo rojo en el pecho, que desapareció al instante con los disparos.
Un médico confirmó su muerte en menos de un minuto. Sin embargo, el impacto emocional del evento quedó marcado en los testigos del hecho.
Un periodista, presente en el lugar, aseguró que quedó «marcado» por esta experiencia. “El sonido de los rifles y la imagen del objetivo desapareciendo son cosas que no olvidaré”, expresó sobre la ejecución.
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El comunicador también describió la reacción del cuerpo de Sigmon al recibir los disparos. Según su testimonio, el impacto de las balas provocó un movimiento brusco, similar a la sacudida de un prisionero electrocutado.
Este tipo de detalles avivan el debate sobre si el pelotón de fusilamiento es realmente un método más “humano” en comparación con la inyección letal o la electrocución.
Este método ha sido históricamente uno de los menos utilizados en Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años, algunos estados han comenzado a reconsiderarlo debido a la escasez de los medicamentos necesarios para la inyección letal.
En el caso de Sigmon, la elección del método estuvo determinada por la legislación de Carolina del Sur, que permite a los condenados escoger entre la inyección letal, la silla eléctrica o el pelotón de fusilamiento.