En un veredicto que sacudió a la comunidad de Phoenix, en Arizona (EEUU), Cleophus Cooksey Jr., de 43 años, finalmente terminó declarado culpable de ocho asesinatos cometidos durante un lapso de tres semanas a finales de 2017, incluyendo a su propia madre, Rene Cooksey, y su padrastro, Edward Nunn, lo que ha intensificado la indignación pública.
De acuerdo con lo reseñado por CBS News, el jurado también lo halló culpable de secuestro, agresión sexual y robo a mano armada, y ahora enfrenta la posibilidad de la pena de muerte.
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Aunque se habían filtrado algunos detalles sobre esos casos, los asesinatos atribuidos a Cleophus Cooksey Jr. no recibieron cobertura mediática hasta su detención en 2018. Esto, resultó sorprendente, considerando que el público no había sido alertado sobre la existencia de un asesino en serie que los investigadores estaban buscando.
Entre las víctimas de Cooksey en Phoenix y la vecina Glendale se encontraban dos hombres hallados sin vida en un automóvil estacionado, un guardia de seguridad asesinado a tiros mientras se dirigía al apartamento de su novia. También una mujer secuestrada, cuyo cuerpo fue localizado en un callejón tras haber sido agredida sexualmente.
Cooksey, quien aspiraba a ser músico, conocía a algunas de sus víctimas, mientras que otras le eran desconocidas, según informó la policía. Sin embargo, las autoridades nunca dieron a conocer el motivo de los crímenes.
Asimismo, se detalló que los asesinatos comenzaron cuatro meses después de que Cooksey fuera liberado de prisión, tras cumplir condena por homicidio involuntario relacionado con un robo a un club de striptease en 2001, durante el cual un cómplice resultó mortalmente herido.

«NO TIENE NINGÚN CORAZÓN»
Un amigo de la madre de Cooksey y de su padrastro, declaró que el acusado merecía la pena de muerte. Eric Hampton, quien dijo haber visto crecer a Cooksey, asistió a la audiencia del jueves para observar si mostraba alguna señal de compasión hacia sus víctimas.
«Pensé que tal vez tenía un poco de corazón. Pero no tiene ningún corazón, ¿sabes?, para hacerle estas cosas a la gente y, de hecho, lo peor, matar a su propia madre», dijo Hampton afuera del juzgado.
«Es un monstruo y solo espero que cuando termine la fase de sentencia, ya saben, lo pongan a dormir», añadió.
DETALLES DE LAS VÍCTIMAS
Las primeras víctimas fueron Parker Smith, de 21 años, y Andrew Remillard, de 27. Estas personas las encontraron el 27 de noviembre de 2017.
Ambos habían recibido disparos mortales mientras estaban sentados en un vehículo en un estacionamiento. Cinco días después, el guardia de seguridad Salim Richards, de 31 años, fue asesinado a tiros mientras se dirigía al apartamento de su novia.
Durante las dos semanas siguientes, Latorrie Beckford, de 29 años, y Kristopher Cameron, de 21, fueron asesinados en tiroteos separados en complejos de apartamentos en Glendale.
Además, el cuerpo de María Villanueva, de 43 años, lo hallaron desnudo de cintura para abajo en un callejón de Phoenix. Las autoridades informaron que se encontró ADN de Cooksey en su cuerpo.
Finalmente, el 17 de diciembre de 2017, Cooksey abrió la puerta cuando los agentes respondieron a una llamada por disparos en el apartamento de su madre.
Alegó que se había cortado la mano con una gran cantidad de sangre y que era la única persona en casa. La policía afirma que, cuando un agente intentó detenerlo, Cooksey lo amenazó con degollarlo. Ese día, Rene Cooksey, de 56 años, y Nunn, de 54, fueron encontrados muertos.