El gobierno de EEUU, bajo la presidencia de Donald Trump, anunció la implementación de un programa piloto que requerirá el pago de una fianza de hasta $15.000 dólares como condición para otorgar visas de turismo (B-2) y negocios (B-1) a ciudadanos de ciertos países.
De acuerdo con la información proporcionada por el Departamento de Estado de EEUU, esta medida, que busca frenar las estadías prolongadas más allá de lo permitido, se aplicará a solicitantes provenientes de naciones con altos índices de incumplimiento en el tiempo de estancia legal.
LEA TAMBIÉN: ¿CUÁNTOS VENEZOLANOS HA DETENIDO EL ICE Y CUÁLES SON LOS ESTADOS CON MAYORES ARRESTOS? LAS IMPACTANTES CIFRAS QUE DEJA LA POLÍTICA MIGRATORIA DE TRUMP
La normativa, publicada en el Registro Federal, otorga a los funcionarios consulares la facultad de decidir si se impone o no el depósito según la procedencia del solicitante y la verificación de su información personal.
Aquellos países sin sistemas confiables para verificar antecedentes podrían ver a sus ciudadanos enfrentando este costoso requisito, que pretende blindar financieramente al gobierno frente a posibles infracciones migratorias.
Aunque esta disposición se remonta a noviembre de 2020, no se concretó en aquel momento debido a la caída global en los viajes ocasionada por la pandemia del COVID-19.
Tras el regreso de Trump a la Casa Blanca y la reactivación de la movilidad internacional, la administración ha retomado la idea como una “herramienta diplomática” para reforzar su política migratoria.

¿CUÁNDO ENTRA EN VIGOR ESTA FIANZA?
El programa piloto tendrá una duración inicial de 12 meses y entrará en vigor el 20 de agosto, aunque todavía no se ha revelado la lista oficial de países afectados.
Es importante señalar que esta exigencia no aplicará a ciudadanos de países dentro del Programa de Exención de Visa, y podría ser eximida en casos individuales dependiendo del perfil del solicitante.
La medida ha sido vista por algunos analistas como parte de un enfoque más agresivo hacia la inmigración irregular, característico del mandato de Trump, que incluye mayor control fronterizo y un aumento significativo de arrestos y deportaciones.