En un juicio que sacudió el mundo de las organizaciones de bienestar, Nicole Daedone y Rachel Cherwitz, líderes de la empresa OneTaste Inc., fueron declaradas culpables de trabajo forzado por un jurado en Brooklyn, en Nueva York (EEUU).
De acuerdo con NBC News, la compañía, que promovía la controvertida práctica de la “meditación orgásmica”, utilizó tácticas de abuso económico, psicológico y sexual para manipular a sus seguidores, muchos de ellos sobrevivientes de traumas previos.
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Según los fiscales, las acusadas explotaron a sus víctimas. Específicamente, obligándolas a participar en actividades sexuales con posibles inversores o clientes bajo la falsa promesa de empoderamiento y bienestar.
La fiscal adjunta Nina Gupta afirmó que las víctimas entregaron “su dinero, su tiempo, sus cuerpos, su dignidad y, en última instancia, su cordura” en beneficio de la organización.
El veredicto expuso a Daedone y Cherwitz como estafadoras, según el fiscal Joseph Nocella, quien destacó que las acusadas se aprovecharon de personas vulnerables con promesas vacías.
Además, incumplieron pagos a los miembros que trabajaban para la empresa y los obligaron a adquirir nuevas tarjetas de crédito para seguir financiando los cursos de OneTaste.
Por su parte, la defensa de Daedone la presentó como una “emprendedora feminista pionera”, mientras que la abogada de Cherwitz argumentó que los testigos participaron voluntariamente en la organización.
Sin embargo, el jurado no encontró sustento en estas afirmaciones y emitió un veredicto que podría llevar a las acusadas a enfrentar hasta 20 años de prisión por cargos federales de trabajo forzado.
ONE TASTE
OneTaste, una organización fundada en San Francisco en 2004 por Nicole Daedone, surgió como una especie de comuna de autoayuda que promovía el orgasmo femenino como pilar del bienestar emocional, sexual y relacional.
Su método principal, denominado “meditación orgásmica” o “OM” (por sus siglas en inglés), consistía en que hombres estimularan manualmente a mujeres en sesiones grupales.
Durante la década de 2010, la empresa recibió atención mediática positiva y logró expandirse a ciudades como Los Ángeles y Londres, donde ofrecía cursos, encuentros de OM y experiencias sexuales guiadas a cambio de una tarifa.
Hoy en día, la organización funciona bajo el nombre de Institute of OM Foundation. Sus actuales directivos aseguran que la labor de la entidad ha sido malentendida y que las acusaciones contra sus exlíderes carecen de fundamento.
También insisten en que el consentimiento sexual ha sido, desde sus inicios, un principio central e inquebrantable de sus prácticas.
