El gran despliegue militar de las tropas de EEUU en aguas del mar Caribe significa mayor presión para Nicolás Maduro y su administración en Venezuela, de acuerdo a un análisis realizado por el medio estadounidense el New York Times (NYT).
En este sentido, señalan que el aumento de esta presencia militar en la región, incluyendo cazas F-35 enviados a Puerto Rico, sugieren que EEUU planea hacer más que simplemente destruir pequeñas embarcaciones. Sin embargo, aclaran que el alcance de la operación aún no está totalmente definido.
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A pesar de que la fuerza de 4.500 miembros que actualmente se encuentra a bordo de ocho buques de guerra es demasiado pequeña para invadir Venezuela o cualquier país que albergue narcotraficantes, el despliegue clandestino de fuerzas de élite de Operaciones Especiales sugiere que podrían estar preparándose ataques o incursiones de comandos dentro de Venezuela, señalan expertos consultados por el medio estadounidense.
ALTOS FUNCIONARIOS DE EEUU ALLANAN EL CAMINO
Otra cosa a tomar en cuenta son las constantes declaraciones de altos funcionarios del gobierno de Trump, señalando por «narcotráfico» a los jerarcas del gobierno venezolano.
“No vamos a tener un cártel, operando o haciéndose pasar por un gobierno, operando en nuestro propio hemisferio”, dijo el Secretario de Estado Marco Rubio en Fox News esta semana, añadiendo que Maduro había sido acusado por una corte de Distrito en Nueva York y era “un fugitivo de la justicia estadounidense”.
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No obstante, los funcionarios de la administración republicana en la Casa Blanca se niegan a revelar qué acción militar estadounidense podría tomarse próximamente.
Por su parte, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de Trump, dijo recientemente que la administración estaba “preparada para utilizar todos los elementos del poder estadounidense para impedir que las drogas lleguen a nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia”.
Mientras tanto, Maduro y su gobierno han condenado los ataques contra embarcaciones que supuestamente traficaban droga por aguas del Caribe, y los han tildado de «ataques militares contra civiles que no estaban en guerra ni amenazaban militarmente a ningún país».
