Horror en EEUU: Discutía con su pareja y terminó matando a su pequeña hija con una ballesta

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
3 Min de Lectura
En un estremecedor caso registrado en EEUU, Patrick D. Proefriedt terminó condenado por el asesinato de su hija recién nacida, Eleanor Carey, a quien mató con una ballesta.  
Cortesía

En un estremecedor caso registrado en EEUU, Patrick D. Proefriedt terminó condenado por el asesinato de su hija recién nacida, Eleanor Carey, a quien mató con una ballesta.  

De acuerdo con lo reseñado por People, la trágica muerte de la hija de Proefriedt de apenas tres meses de nacida ocurrió en junio de 2023, en  Colesville, Nueva York, durante una discusión doméstica con su esposa, Megan Carey.  

LEA TAMBIÉN: EXPLOSIVOS, DRONES Y UN SOLO OBJETIVO: EL MEGAOPERATIVO QUE DESPLEGÓ ICE CONTRA UN MIGRANTE

En un acto de violencia indescriptible, Proefriedt disparó el arma mientras Megan sostenía a la bebé en brazos. La flecha atravesó el cuerpo de la pequeña y se alojó en el pecho de la madre, quien sobrevivió pese a sus graves heridas. 

Tras el ataque, el agresor intentó impedir que Megan pidiera ayuda: escondió su teléfono y huyó en el único vehículo disponible. 

La policía lo encontró más tarde escondido en el bosque, luego de que su camioneta quedara atascada en el barro.  

Las autoridades confirmaron que Proefriedt tenía antecedentes de violencia doméstica y una orden de alejamiento activa al momento del crimen. 

Durante el juicio, que culminó con una condena por asesinato en segundo grado, se presentaron pruebas desgarradoras, incluyendo la llamada al 911 en la que Megan suplicaba a su hija que no muriera.  

“Quédate con mamá”, se le escuchó decir entre lágrimas. Estas palabras, reproducidas en la corte, reflejaron el horror vivido por una madre que vio morir a su hija.

El tribunal sentenció a Proefriedt a 25 años de prisión, una pena que, para muchos, no alcanza a compensar la magnitud del daño causado.  

La madre, en su testimonio, expresó el vacío que dejó la pérdida de Eleanor: “Adondequiera que miro, te veo (Eleanor); una parte de ti en casi todos. No puedo expresar cuáno te extraño y te quiero”. 

Su declaración conmovió a los presentes y subrayó, para muchos, el impacto emocional de un crimen que pudo haberse evitado. 

Compartir este artículo