El Observatorio Venezolano de Prisiones hizo pública este miércoles, 24 de diciembre, la carta de Navidad escrita por un preso político.
«Querido Niño Jesús: Hoy te escribo desde un lugar frío, donde el silencio pesa y el tiempo parece detenido. Aquí, entre barrotes y sombras, sigo aferrado a la fe y a la certeza de que la justicia existe, incluso cuando parece lejana», inició.
«No estoy aquí por odio ni violencia, estoy aquí por pensar distinto, por creer que Venezuela merece un futuro mejor y por no callar cuando el miedo quiso imponerse como norma. Desde esta celda resisto recordando los rostros que me esperan, los abrazos que no he podido dar y las voces que me sostienen cuando la noche se hace más larga», añadió el preso político que no se identificó.
El texto indica que en estas fechas, cuando las familias se reúnen y las casas se llenan de calor, su mayor anhelo no es un privilegio ni una concesión. «Es algo sencillo y profundamente humano: poder estar en casa, sentarme en el patio junto a mis hijos, abrazar a mis padres, tomar la mano de mi pareja y, aunque sea en silencio, compartir una hallaca, una risa, un instante de paz. Solo quiero volver a ocupar esa silla que hoy permanece injustamente vacía».
Querido Niño Jesús:
Hoy te escribo desde un lugar frío, donde el silencio pesa y el tiempo parece detenido. Aquí, entre barrotes y sombras, sigo aferrado a la fe y a la certeza de que la justicia existe, incluso cuando parece lejana.
No estoy aquí por odio ni violencia, estoy… pic.twitter.com/zZdh1AitaD
— Observatorio Venezolano de Prisiones (@oveprisiones) December 24, 2025
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«Pienso en mi madre, que quizá sirve un plato de más esperando un milagro; en mis hijos, que preguntan por qué no regreso; en mi familia, que resiste afuera con la misma dignidad con la que yo resisto aquí dentro. Ellos también cargan este encierro, aunque no tengan barrotes alrededor», aseguró.

«A pesar de tanta tristeza, tengo una sola certeza y es que ni el encierro, ni el aislamiento usado como castigo, ni la tortura o el psicoterror han logrado arrancarme el amor profundo que llevo por la democracia, por Venezuela y por la libertad que soñamos como país, ni han podido romper el vínculo irrenunciable que me une a mis seres queridos», manifestó.
Por lo cual, alzó la voz por sus peticiones en esta Navidad. «Niño Jesús, esta noche no te hablo desde la rabia ni desde la venganza. Te hablo desde la humanidad y te pido justicia, que quienes tienen el poder recuerden que detrás de cada preso político hay una familia rota, una infancia interrumpida y un hogar incompleto. Que recuerden que la libertad no es una amenaza, sino un derecho».
«Que esta Navidad nos encuentre completos, que todos los presos políticos podamos volver a casa, y que ningún padre, madre o hijo tenga que pasar otra noche esperando frente a una puerta cerrada. Aquí sigo, con la fe intacta y el amor por Venezuela intacto, creyendo que la justicia llegará y que ningún encierro es eterno. Con esperanza, un preso político venezolano», concluyó.

