La venezolana Keyla Márquez ofreció detalles de los momentos de pánico que vivió luego de que su expareja intentara acabar con su vida, propinándole 28 puñaladas en plena calle de West Valley, Utah.
Ese día, el hombre, también de nacionalidad venezolana, la esperó en su vehículo y cuando ella se montó rompió la ventana y comenzó la agresión. Ender Vicente Pacheco Hernández cometió el brutal ataque a pesar de que en el vehículo también se encontraba el hijo de ambos, de 9 años.
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«Empecé a correr y decía ‘auxilio, ayúdenme’, pero nunca solté mi celular y siempre estuve en la llamada con el 911. Él agarró, me jaló por los cabellos y por un brazo y me apuñaleó por todas partes. Lo que buscaba más eran las zonas letales como los pulmones, la espalda, la cara. Me quería destruir la cara», relató en una entrevista a Telemundo.
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«Viene mi hijo y le dice ‘papá ya por favor, ya déjala’ y él le respondió ‘ya la voy a dejar’, pero aún él sentía que yo iba a quedar viva y me dio la última puñalada y me empiezo a debilitar y a perder la respiración, que es cuando caigo al suelo», relató la mujer.
A pesar de que varias personas se encontraban en el sitio, nadie se atrevió a detener al hombre por temor a resultar heridos. «Él cuando me ve que ya estoy sangrando, dijo ‘la maté’ y por eso me soltó».
Tras la agresión, el migrante venezolano intentó escapar en su vehículo, pero la policía lo detuvo poco después. Actualmente enfrenta cargos por agresión agravada, violación de una orden de protección y violencia doméstica en presencia de menores.
Mientras tanto, la venezolana sigue recuperándose satisfactoriamente de sus heridas. «Yo espero que nunca salga de ahí, porque yo sé que él me va a venir a hacer algo. Yo temo por mi vida».
