Durante décadas, tener unos dientes blancos era sinónimo de éxito, belleza y bienestar. Sin embargo, según expertos consultados por The Telegraph, una sonrisa completamente blanca no siempre es sinónimo de salud, bajo una apariencia impecable pueden esconderse caries, inflamaciones o problemas en las encías que pasan desapercibidos.
“El blanco perfecto no es el color natural de los dientes. La tonalidad ideal es un blanco cálido con matices amarillentos o rojizos”, explicó la odontóloga Jana Denzel.
De acuerdo con la Cleveland Clinic, el color dental varía por causas naturales como el envejecimiento que deja expuesta la dentina amarilla, pero también por el consumo de café, té, vino tinto, tabaco, ciertos medicamentos o enfermedades sistémicas.
En otras palabras, el tono de tus dientes no solo refleja tus hábitos de higiene, sino que puede ser un indicador clave de tu salud general.
¿QUÉ SIGNIFICA EL COLOR DE TUS DIENTES?
- Amarillo: desgaste y hábitos cotidianos
El tono amarillento es el más frecuente y suele aumentar con la edad. “A medida que el esmalte se desgasta, queda expuesta la dentina, que tiene un color naturalmente amarillo”, explicó Denzel.
En personas jóvenes, esta pigmentación se asocia principalmente al consumo de café, té, vino tinto, tabaco o una higiene deficiente. Aunque es un cambio estético, puede alertar sobre la acumulación de placa o desgaste prematuro del esmalte.
- Blanco: no siempre significa salud
Una sonrisa blanca puede ser engañosa. “Muchas personas compran productos blanqueadores en internet para lograr dientes perfectos, aunque no visiten al odontólogo con frecuencia”, advirtió Denzel.
La American Dental Association (ADA) acotó que incluso los dientes muy blancos pueden ocultar fluorosis dental, caries o enfermedades en las encías. Además, el exceso de blanqueamiento puede dañar el esmalte y causar sensibilidad.
- Marrón: exceso de flúor, tabaco o caries
Las manchas marrones pueden deberse a fluorosis, un exceso de flúor durante la infancia que altera el esmalte. Según los CDC, esta condición provoca líneas o manchas blancas que luego se oscurecen.
También pueden deberse al tabaco, café o vino tinto, y en los casos más graves, a caries avanzadas que requieren atención dental inmediata.
- Gris o azulado: necrosis o antibióticos
Un diente grisáceo puede indicar necrosis pulpar, es decir, la muerte del nervio dental por infecciones o golpes. En estos casos, suele requerirse una endodoncia.
La Mayo Clinic señala que el uso de antibióticos como la tetraciclina durante el embarazo o la infancia también puede causar manchas grises o azuladas permanentes. Además, algunas personas con celiaquía presentan este tipo de decoloración por alteraciones en el esmalte.
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- Verde: un signo poco común
Aunque es raro, el color verde puede presentarse en niños con ictericia o enfermedades hepáticas. Según Cleveland Clinic, la acumulación de bilirrubina durante la formación de los dientes puede impregnar el esmalte y la dentina. Este fenómeno afecta principalmente a los dientes de leche y suele desaparecer con la dentición definitiva.
- Rosa: traumatismos o reabsorción dental
El tono rosado puede estar relacionado con hemorragias internas, lesiones pulpares o reabsorción dental, proceso en el que el propio organismo destruye parte del diente.
“Puede ocurrir tras un golpe o durante tratamientos de ortodoncia”, explicó Denzel. En algunos casos, una endodoncia permite conservar la pieza, aunque ya no esté vital.
¿CÓMO CUIDAR DIARIAMENTE TUS DIENTES?
Según reseñó Infobae, la higienista Laura Schikkerling recomendó iniciar la rutina de limpieza con hilo dental o cepillos interdentales, cepillar todas las superficies, incluida la línea de las encías, y dedicar al menos tres minutos y medio a la higiene, dos o tres veces al día.
También sugiere no enjuagarse del todo tras el cepillado, para permitir que el flúor actúe mejor.