Miles de migrantes venezolanos, que tienen la intención de regresar a su país, están viviendo una odisea luego de que Panamá les impidiera ingresar desde Costa Rica.
Tras salir de Panamá estás personas decidieron interrumpir su camino a los Estados Unidos debido a las políticas de Donald Trump en contra de los migrantes. No obstante, ahora han quedado varados en la frontera entre Costa Rica y Panamá, porque no los dejan regresar.
Ante este inesperado problema, Panamá estaría estudiando las diferentes opciones para regresar a estos migrantes a su país. La situación se ha complicado debido a que dicho gobierno no tiene relaciones diplomáticas con la administración de Nicolás Maduro. Además, están impidiendo el retorno de los migrantes por su propia cuenta, para evitar que vuelvan a atravesar la peligrosa selva del Darién.
«Con Venezuela no tenemos relaciones diplomáticas, pero la Cancillería panameña efectivamente va a tratar de hacer los contactos pertinentes a través de las autoridades para lograr que ellos reciban a sus nacionales», afirmó el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, en declaraciones a periodistas.
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Panamá tiene previsto enviar a los migrantes a otro país que tenga relaciones con Venezuela, para que estos puedan hacer un segundo vuelo a Caracas.
Panamá frena caravana de migrantes.
La policía panameña bloqueó el paso a decenas de personas procedentes de Costa Rica, la mayoría de ellas venezolanas. Los migrantes desistieron de llegar a EE. UU. tras la llegada de Trump a la Casa Blanca y quieren volver a su país. / ajr pic.twitter.com/p0SCNTm1hd
— DW Español (@dw_espanol) February 12, 2025
Mientras tanto, han reforzado la presencia de organismos de seguridad en las fronteras para evitar que los migrantes retornen por vía terrestre.
Autoridades de Panamá y Costa Rica acordaron este martes trasladar a los migrantes que retornan desde el norte del continente hacia el sur a albergues en las fronteras, para luego ser devueltos a sus países de origen en aviones pagados por Estados Unidos.
«Ellos los van a reunir aquí en el Catem, del lado de Costa Rica, y nosotros organizaríamos para llevarlos directo hacia Metetí (en el otro extremo del país, cerca de la frontera con Colombia), precisamente para hacer el flujo inverso, solo que en este caso no fuera a través de la selva (del Darién), sino que estamos buscando la alternativa de hacerlo gracias a la cooperación de nuestro aliado estratégico (EEUU) en forma aérea o marítima hacia los países vecinos de donde ellos son originarios», explicó Ábrego a los periodistas.
Con respecto al flujo migratorio inverso, el funcionario destacó que tiene una tendencia en aumento.