Un niño de ocho años quedó permanentemente ciego tras desarrollar una severa deficiencia de vitamina A, consecuencia de una dieta extremadamente limitada que, desde su infancia, se redujo únicamente a nuggets de pollo, salchichas y galletas.
El incidente ocurrió mientras estaba en su salón de clases de segundo grado en Malasia. «Maestro, ¿por qué no puedo ver nada?», dijo el niño a su profesor ante la sorpresa de todos. Tras el alarmante llamado de auxilio, fue llevado de urgencia a un hospital, donde se confirmó que padecía una grave carencia de vitamina A.
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Esta deficiencia, que afecta la producción de rodopsina, una proteína esencial en la retina para la visión en condiciones de poca luz, probablemente le provocó neuropatía óptica, daño en el nervio óptico de carácter progresivo e irreversible, según informó el medio The Sun.
La situación se agravó por la falta de tratamiento oportuno, ya que, aunque la administración de suplementos dietéticos puede ayudar a revertir el deterioro en fases iniciales. La ausencia de intervención conduce a una atrofia del nervio óptico, resultando en ceguera definitiva.
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La Dra. Erna Nadia, médica malaya expresó su preocupación ante casos como el de este niño. «Como madres, no siempre podemos cocinar porque estamos ocupadas. Es una lástima para los padres de este estudiante, no es fácil para ellos aceptarlo».
La especialista hizo hincapié en la importancia de vigilar los síntomas de deficiencia de vitamina A, tales como ojos secos, aparición de manchas grises en la esclerótica, ceguera nocturna o problemas en la producción de lágrimas.
«No lo comparto para condenar a nadie. Lo comparto como un recordatorio para mí misma porque tampoco cocino todos los días. Intentemos incluir un menú saludable y comer los alimentos adecuados todos los días.», continuó.
Finalmente, precisó que entre los alimentos recomendados para evitar esta deficiencia se encuentran las espinacas, zanahorias, mangos, leche de vaca, albaricoques, pescado, pollo, huevos y batatas.
