Durante meses, el llamado “Chicago Rat Hole” fue objeto de especulación, humor y hasta culto urbano. Ubicado en una acera del barrio Roscoe Village, este peculiar hundimiento en el concreto parecía tener la forma de una rata con patas extendidas, garras visibles y una postura dramática. Pero no era así.
La imagen se viralizó en redes sociales en 2024, generando memes, homenajes y visitas de curiosos que dejaban ofrendas como monedas y flores.
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Sin embargo, un equipo de investigadores decidió ir más allá de la «leyenda» y analizar científicamente la huella.
De acuerdo con la información citada por NBC News, el estudio, publicado en Biology Letters, utilizó técnicas de morfometría digital y comparaciones anatómicas para determinar que el animal responsable no era una rata, sino una ardilla gris oriental (Sciurus carolinensis).
Luego de los análisis, se determinó que la forma de las extremidades, longitud del cuerpo y disposición de las garras coincidían con esta especie común en la zona.

¿QUÉ TAN PROBABLE ES QUE NO SEA UNA RATA?
Los científicos calcularon en un 98,67 % de probabilidad de que la huella corresponda a una de esas especies de ardillas y no a una rata.
Vale destacar, que la investigación la realizaron especialistas de la Universidad de Tennessee y el Instituto de Tecnología de Nueva York.
Michael Granatosky, de la Universidad de Tennessee, reconoció que, incluso con tecnología moderna, identificar con precisión la especie era complicado. “En el caso de un ejemplo reciente como la rata de Chicago, no deberíamos tener problemas para identificar al autor de la huella”, explicó. “Pero aun así solo pudimos determinar el género”, dijo.
Según Granatosky, más allá de aclarar un misterio local, el estudio demostró que la curiosidad ciudadana puede impulsar a la ciencia.
“Parecía un proyecto divertido, aplicar el método científico a algo desenfadado”, señaló el investigador. Destacó, que ahora utiliza este caso, como ejemplo educativo para despertar interés en la ciencia entre los más jóvenes.
¿CÓMO SE DEJÓ ESA HUELLA?
El estudio también analizó cómo la ardilla dejó su huella en el cemento fresco. Seth Magle, director del Instituto de Vida Silvestre Urbana del Zoológico Lincoln Park, comentó a Newsweek que el concreto suele vertirse durante el día, cuando las ardillas están más activas, mientras que las ratas son nocturnas y evitan la luz del sol.
Además, señaló que la ausencia de huellas de acercamiento o escape indica, que el animal pudo haber caído desde lo alto. Quizá por un salto erróneo o un desliz desde alguna rama próxima.