Filtran «detalles sangrientos» sobre la muerte de Sam Rivers, bajista de Limp Bizkit

Kimberly Montilla
4 Min de Lectura
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Nuevas revelaciones sobre la trágica muerte de Sam Rivers, histórico bajista de Limp Bizkit, salieron a la luz tras la difusión de la llamada al 911 que alertó a las autoridades el pasado 18 de octubre.

Aunque el fallecimiento del músico de 48 años ya había sido confirmado días atrás por su banda, el reciente reporte del Daily Mail permite reconstruir con crudeza los minutos previos a la llegada de los servicios de emergencia a su residencia en Florida.

Según la transcripción del tabloide británico, la persona que llamó al 911, identificada como Keely, relató entre sollozos que había encontrado al músico “boca abajo en un charco de sangre” dentro del baño.

La desesperación quedó registrada en el audio: “¡Se está muriendo! ¡Se está muriendo! ¡Por favor, tengo que darle la vuelta!”, gritaba la mujer mientras pedía ayuda.

El operador de emergencias le indicó cómo realizar maniobras de reanimación (CPR), las cuales la testigo aseguró conocer. Siguió las instrucciones paso a paso hasta que un agente del condado de St. Johns llegó al lugar.

A pesar de los esfuerzos, Sam Rivers fue declarado muerto en la escena.

¿QUÉ SE SABE HASTA AHORA?

El pasado 21 de octubre, Daily Mail había informado que el St. Johns County Fire Rescue respondió a un llamado por una persona inconsciente en paro cardíaco. La oficina del sheriff describió el hecho como una “muerte asistida o presenciada”, aunque la causa oficial aún no ha sido determinada, según reseñó Infobae.

Sin embargo, un agente policial citado por el mismo medio sugirió que un embolismo pulmonar podría estar detrás del deceso.

El informe describe que Rivers estaba “azul desde el cuello hacia arriba” mientras que “la parte inferior del cuerpo estaba enrojecida”, signos compatibles con un coágulo que llega a las arterias pulmonares. También se observó un pequeño corte sobre uno de sus ojos y manchas de sangre coagulada en el suelo del baño.

Sam Rivers hablaba abiertamente sobre su batalla contra el alcoholismo y los problemas hepáticos que lo obligaron a alejarse de Limp Bizkit en 2015.

Tras recibir un trasplante de hígado en 2017, logró retomar la música, aunque las secuelas persistieron. Según la mujer que lo encontró, el bajista tomaba medicamentos para el hígado y otras condiciones médicas, además de fumar marihuana y beber alcohol ocasionalmente.

Las autoridades aún investigan si estos factores pudieron contribuir a su muerte.

EL ADIÓS A UNA LEYENDA

El 18 de octubre, Limp Bizkit confirmó oficialmente la pérdida a través de sus redes sociales: “Hoy hemos perdido a nuestro hermano, a nuestro compañero de banda, a nuestro corazón. Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era pura magia… una auténtica leyenda entre leyendas”.

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Rivers fue cofundador de Limp Bizkit en 1994 junto a Fred Durst y John Otto, siendo pieza clave en discos icónicos como Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000).

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