La comunidad venezolana en Perú está de luto por la muerte de Érika del Valle Ortiz Jiménez, una joven migrante de 23 años que habría sido secuestrada y asesinada por integrantes del Tren de Aragua.
De acuerdo a medios peruanos, Érika fue secuestrada el 5 de abril en el distrito de Puente Piedra, en la provincia de Lima. La joven iba a bordo de un mototaxi cuando fue interceptada por antisociales.
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Los testigos relataron que los criminales, presuntos integrantes del Tren de Aragua, abrieron fuego contra Érika y el conductor. Luego, se llevaron por la fuerza a la joven migrante y estuvo desaparecida por más de una semana.
La familia de Érika presentó una denuncia por su desaparición. Aunque las autoridades locales presumían que el Tren de Aragua estaba detrás del secuestro, no recibieron más información sobre la venezolana hasta que encontraron su cadáver.
¿POR QUÉ LA MATARON?
El cuerpo de Érika fue encontrado en el interior de una maleta en una zona solitaria del distrito Puente Piedra. La joven no tenía documentos, por lo que tuvo que ser identificada por sus tatuajes.
Las autoridades avanzan en las investigaciones sobre el asesinato de Érika, madre de una niña. La principal teoría es que la venezolana era explotada sexualmente por el Tren de Aragua y los criminales querían que volviera el negocio.
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Las investigaciones arrojaron que Érika había sido víctima de trata de personas desde Colombia hacia Perú. Al igual que otras venezolanas migrantes, fue captada bajo engaños y sometida a la esclavitud sexual por el Tren de Aragua en la capital peruana.
La banda ha desatado brutalidad en Perú y explota sexualmente a mujeres, en su mayoría migrantes, en condiciones inhumanas. Además, cobra multas a las víctimas que intentan salir del círculo de explotación.
