Monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), celebró que el papa Francisco haya firmado el decreto para que el doctor José Gregorio Hernández sea canonizado.
«Esperamos que el Santo Padre se recupere pronto y se pueda hacer el consistorio en las próximas semanas para conocer la fecha definitiva (…) el anhelo de todos es que al final de este año podamos tener la canonización», indicó.
González de Zárate acotó que desde siempre el papa Francisco estuvo muy ganado a la idea de la beatificación y posterior canonización de José Gregorio Hernández.
«Siempre mostró su admiración y esperaba el milagro que lo llevó a su beatificación», comentó durante una entrevista ofrecida a Román Lozinski en Éxitos.
Asimismo, la Conferencia Episcopal Venezolana acotó que esta noticia es «motivo de celebración para todos» los ciudadanos de este país.
«José Gregorio Hernández es ejemplo de amor al prójimo, de entrega a los demás y de fe en Dios», apuntó. Al tiempo que explicó que su legado «perdura en el corazón de quienes lo veneran y de quienes han recibido los milagros de Dios bajo su intercesión».
«Es un santo para nuestro tiempo, un modelo de laico cristiano que nos invita a vivir la fe con alegría y compromiso y a poner al servicio de los demás nuestros talentos y capacidades», agregó.
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, EL PRIMER SANTO VENEZOLANO
El papa Francisco firmó este martes, 25 de febrero, el decreto de canonización para José Gregorio Hernández, quien se convertirá en el primer santo venezolano.
«El Sumo Pontífice ha aprobado los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos miembros del Dicasterio para la canonización del Beato José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, nacido en Isnotú (Venezuela) el 26 de octubre de 1864 y fallecido en Caracas (Venezuela) el 29 de junio de 1919», escribió el Vaticano en un breve comunicado en su web.
El cardenal Baltazar Porras celebró la llegada de este día esperado por millones de seguidores. «Ya es san José Gregorio. ¿Por qué? Porque su devoción se ha extendido tanto, no solo en Venezuela sino en el mundo entero, que eso ya es suficiente para ello».
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«Por esto, ya tenemos que alegrarnos ¿Qué trascendencia tiene para Venezuela y para el mundo entero? Es un ejemplo de santidad, de entrega, de vida bautismal, un ejemplo de sinodalidad que en este hermoso año jubilar tengamos a este primer santo venezolano, no solo para el milagro, sino para seguir sus huellas y ser constructores de un mundo mejor», acotó.