La psicóloga clínica Rajita Sinha, directora fundadora del Centro Interdisciplinario para el Estrés de la Universidad de Yale, explicó la razón por la que muchas personas buscan comer cuando están estresados.
La ciencia ha confirmado que el estrés puede generar jaquecas, dolores estomacales e insomnio. Sin embargo, Sinha también recordó que puede generar alteraciones en los hábitos alimenticios.
«El estrés es realmente la respuesta de tu cuerpo y de tu mente a las situaciones difíciles y abrumadoras que, en un momento dado, te pueden hacer sentir que no puedes hacer nada al respecto», dijo Sinha a la BBC.
La doctora Mithu Storoni, neuro-oftalmóloga, afirmó que hay una conexión directa entre el sistema gastrointestinal y el cerebro. Así pues, el estrés puede impactar el nervio vago, que informa sobre la saciedad del estómago y las necesidades energéticas del cuerpo.

De acuerdo a las investigaciones, «en el que te estresas agudamente tu cerebro necesita azúcar». Storoni explicó que, al detectar estrés, algunas personas, de forma subconsciente, «buscan algo que les aumente el combustible» ante un escenario inesperado.
ESTRÉS CRÓNICO
Al detectar estrés, el torrente sanguíneo queda inundado de glucosa, lo que dificulta el trabajo de la insulina, que se encarga de regular la propia glucosa. En ese sentido, este proceso se vuelve menos efectiva y el cuerpo requiere azúcar o alimentos.
Con el paso de los años, la glucosa queda en el torrente sanguíneo sin que se utilice para crear energía, aumentando los niveles de azúcar en la sangre. Por tanto, aquellas personas con estrés crónico pueden enfrentar problemas de salud.
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Estas personas pueden desarrollar niveles altos de azúcar en sangre y resistencia a la insulina, provocando aumento de peso e, incluso, diabetes. Asimismo, se vuelven más resistentes a la insulina y sus cerebros exige más azúcar.
«Lo llamamos el ciclo de alimentación anticipada, que es que una cosa lleva a la otra. Es un círculo vicioso y más difícil de romper porque nos quedamos estancados en él», concluyó la profesora Sinha.

