Un grupo de turistas que se encontraban en un safari en el Delta del Okavango, en Botswana, estuvieron al borde de la muerte luego de que un elefante los atacara.
Los hechos ocurrieron mientras los turistas atravesaban aguas infectadas de cocodrilos en las tradicionales canoas makoro. Medios locales informaron que en las embarcaciones iban dos parejas, provenientes de Reino Unido y Estados Unidos.
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Durante el recorrido, los guías locales, que conducían las canoas, se acercaron demasiado a una elefante hembra acompañada de sus dos crías. Esto provocó la reacción del macho de la manada, que, al percibir la amenaza, irrumpió rápidamente en el agua para proteger a su familia.
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El elefante utilizó su trompa y colmillos para volcar las canoas, lanzando a los turistas al agua. Mientras los guías se apresuraron a llegar a la orilla, el animal regresó y, golpeó a una de las mujeres con su trompa, sumergiéndola en el agua.
Turistas sobreviven al ataque de un elefante en safari en Botsuana https://t.co/TsYahN7bmv
Un elefante volcó dos canoas en el delta del Okavango, arrojando a cuatro turistas británicos y estadounidenses al agua después de que se acercaron demasiado a un grupo de elefantes. pic.twitter.com/igqzc1x0Oi
— RT en Español (@ActualidadRT) September 29, 2025
Según los testimonios, la víctima sobrevivió al ataque gracias a la suerte y a la rapidez de su esposo, quien la ayudó a salir del agua. El elefante dejó de atacarla al perder de vista su posición.
Un ex guardabosques sudafricano consultado por el Daily Mail destacó que los turistas tuvieron una suerte «increíble», ya que el elefante pudo haberles causado graves heridas o incluso la muerte. La mujer, quien fue golpeada por la trompa del elefante, estuvo a punto de morir si el animal no la hubiera soltado. «Fue un milagro que no se ahogara», afirmó el experto.
La empresa de safari, que no fue identificada, expresó su alivio porque no hubo víctimas fatales, pero recordó que los animales salvajes son impredecibles. Una recepcionista de la empresa destacó que, a pesar de la peligrosidad del incidente, «es una bendición que nadie resultara gravemente herido».
