La Iglesia Católica vive un nuevo escándalo, después de que un cura, identificado como Tomasz, organizó una orgía con varios sacerdotes en su residencia parroquial en Górnicza, Polonia. Hubo varios tipos de drogas y un los participantes terminó inconsciente.
Medios polacos indicaron que Tomasz celebró una fiesta en su casa en el santuario de la Virgen de los Ángeles. Supuestamente, había varios sacerdotes y un prostituto, quienes tomaron drogas de varios tipos.
Tomasz y sus invitados mantuvieron relaciones sexuales en su residencia. Sin embargo, la fiesta terminó abruptamente cuando el hombre contratado para prestar servicios sexuales se desmayó y perdió el conocimiento por un tiempo.
Los asistentes a la fiesta llamaron a los servicios de emergencias para que auxiliaran al prostituto. Sin embargo, cuando llegó la ambulancia, Tomasz cerró la puerta y evitó que los paramédicos ingresaran al domicilio.
El personal de salud contactó a la policía y unos agentes, finalmente, forzaron la puerta de la residencia. Los paramédicos atendieron al hombre que estaba inconsciente, aunque no han trascendido detalles sobre su estado de salud.
TOMASZ: «ES UN ATAQUE A LA IGLESIA»
El caso llegó hasta los medios de comunicación y trascendió que «el evento fue organizado por el clero y fue puramente sexual». Mientras tanto, la Iglesia retiró de sus funciones a Tomasz, lo expulsaron de la residencia y ahora enfrenta una investigación interna.
El sacerdote publicó una carta y responsabilizó a los periodistas por el escándalo. «Cuestiono todas las informaciones de los medios, en especial las referidas al número de sacerdotes que se alojaban en mi apartamento», afirmó Tomaz.
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«Percibo todo esto como un ataque evidente a la Iglesia, incluidos el clero y los creyentes, para humillar su posición, sus tareas y su misión. Creo que, si algo similar le hubiera sucedido a una persona cualquiera, no habría habido ningún problema», sostuvo.
Mientras tanto, un sacerdote que fue compañero de Tomasz dijo que «ya es hora de dejar de fingir». «Se está convirtiendo en chivo expiatorio a una persona que tenía un gran problema con su sexualidad y que nunca debió ser ordenado sacerdote», indicó.