Obama es acusado de «conspirar» contra la victoria de Trump en 2016: La Casa Blanca tendría «sorprendentes pruebas»

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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En una rueda de prensa que sacudió este miércoles, 23 de julio, el panorama político estadounidense, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, presentó lo que calificó como “evidencia irrefutable” de una supuesta conspiración liderada por el expresidente del país Barack Obama para deslegitimar la victoria electoral de Donald Trump en 2016.  
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En una rueda de prensa que sacudió este miércoles, 23 de julio, el panorama político estadounidense, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, presentó lo que calificó como “evidencia irrefutable” de una supuesta conspiración liderada por el expresidente del país Barack Obama para deslegitimar la victoria electoral de Donald Trump en 2016.  

Según Gabbard, altos funcionarios de la administración demócrata habrían fabricado informes de inteligencia para vincular a Trump con Rusia, manipulando la narrativa pública y sembrando dudas sobre la legitimidad del resultado electoral. 

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El informe, elaborado por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y desclasificado recientemente, sostiene que se suprimieron pruebas que contradecían la versión oficial sobre la interferencia rusa. 

Gabbard acusó directamente a figuras como la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper y el exdirector del FBI James Comey, de participar en lo que denominó un “golpe de Estado prolongado” contra Trump.  

Además, afirmó que Rusia poseía información comprometedora sobre Clinton, incluyendo correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata que supuestamente revelaban problemas emocionales y uso de tranquilizantes. 

En concreto, la Casa Blanca, ahora bajo el liderazgo renovado de Trump, ha intensificado sus ataques contra Obama, acusándolo de traición y de haber liderado una operación encubierta para socavar la voluntad popular. 

Trump, visiblemente molesto por el escándalo del caso Epstein que lo persigue desde su primer mandato, calificó la situación como una “cacería de brujas”. Por ello, exigió que se investigue a todos los implicados “con todo el peso de la ley”. 

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LA REACCIÓN DE OBAMA 

Por su parte, la oficina de Obama respondió con firmeza, calificaron las acusaciones como “ridículas”. Afirmaron que todo se trata de un “débil intento de distracción” por el escándalo de Epstein.  

“Por respeto al cargo de la presidencia, nuestra oficina normalmente no dignifica con una respuesta las constantes tonterías y desinformación que salen de esta Casa Blanca. Pero estas afirmaciones son lo suficientemente escandalosas como para merecer una”, puntualizó el portavoz de la gestión de Obama, Patrick Rodenbush. 

Así, también argumentó sobre el documento publicado por la Dirección de Inteligencia Nacional: “Nada (en el texto) contradice la conclusión ampliamente aceptada de que Rusia trabajó para influir en las elecciones presidenciales de 2016, pero no logró manipular ningún voto”, aseveró. 

“Estas conclusiones fueron confirmadas en un informe de 2020 de la Comisión de Inteligencia del Senado, liderado entonces por el presidente Marco Rubio”, cerró.

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