Un adolescente de 15 años, sufrió una insuficiencia renal aguda después de que un error médico durante una cirugía lo dejara con los tubos de drenaje en su interior.
El menor identificado como Maxim tuvo una operación en el Centro Médico Europeo de Moscú para tratar un problema renal que le causaba un reflujo de orina. Durante la intervención, los médicos conectaron su uréter a la vejiga, pero en un proceso que parecía rutinario, no retiraron correctamente los tubos de drenaje, lo que desencadenó una serie de complicaciones.
Después de la cirugía, Maxim comenzó a experimentar dolores intensos en su costado y un aumento repentino de la presión arterial. A pesar de las quejas de su madre, los médicos inicialmente restaron importancia a los síntomas, explicando que era normal tras la intervención y enviaron al adolescente a casa.
Sin embargo, el dolor no cesó y se intensificó con el tiempo. Meses después, el joven fue llevado de emergencia a otro hospital donde los médicos descubrieron que su uréter se había cerrado por completo, impidiendo que el riñón eliminara los desechos de su cuerpo. Como resultado, los médicos insertaron un tubo a través de una punción en la espalda para drenar la orina y aliviar la situación.
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En marzo lo volvieron a hospitalizar, pero esta vez lo trasladaron a otra clínica. Según la madre del niño, resultó que los tubos permanecieron dentro de él porque los médicos olvidaron extirparlos. Durante otra operación, finalmente se los extrajeron.
La madre de Maxim, al darse cuenta del grave error médico, presentó una demanda contra el Centro Médico Europeo, solicitando una indemnización de 100 millones de rublos.
La madre señaló que, además de los gastos de tratamiento, su hijo ahora enfrenta consecuencias a largo plazo, como la necesidad de medicación para la presión arterial de por vida y la posibilidad de necesitar un trasplante de riñón en el futuro. Según la mujer, el adolescente también se ha visto afectado emocionalmente, ya que no puede asistir a la escuela debido a su estado de salud.
A pesar de las acusaciones de negligencia, la clínica negó cualquier responsabilidad y presentó una contrademanda por 300.000 libras en costos de tratamiento no pagados. Ante esta situación organismos de seguridad de Rusia están investigando lo acontecido para esclarecer responsabilidades.