ICE arrestó a pastor que acudió a cita con inmigración, no volvió a casa y esto dice su familia

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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El pastor guatemalteco Maurilio Ambrosio, residente en EEUU por más de 20 años, fue detenido por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) tras asistir a su cita migratoria en Florida.  
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El pastor guatemalteco Maurilio Ambrosio, residente en EEUU por más de 20 años, fue detenido por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) tras asistir a su cita migratoria en Florida.  

De acuerdo con un reporte de la cadena televisiva Telemundo, el arresto del pastor ha generado indignación en su comunidad, pues Ambrosio no tiene antecedentes criminales y había cumplido con los requisitos de su suspensión de deportación, un mecanismo que le permitía permanecer en el país bajo ciertas condiciones.  

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Su familia y vecinos, sorprendidos por la detención, ahora enfrentan una incertidumbre devastadora. 

Ambrosio, líder de una iglesia en una zona rural cerca de Tampa, ha sido un pilar en su comunidad. Además de su labor pastoral, dirige un negocio de jardinería que sustenta a su esposa y cinco hijos, todos ciudadanos estadounidenses.  

Su detención ocurrió en el marco de “Operation Tidal Wave”, un operativo masivo de ICE que resultó en 1.120 arrestos en Florida, de los cuales el 63 % tenía antecedentes criminales.  

Sin embargo, la inclusión de Ambrosio en esta redada ha generado cuestionamientos sobre la política migratoria y su impacto en familias trabajadoras. 

Como se sabe, la administración del presidente de EEUU, Donald Trump, ha intensificado las redadas migratorias, argumentando que buscan deportar a migrantes con antecedentes penales.  

Pero, casos como el de Ambrosio evidenciaría que personas sin historial criminal también están siendo afectadas. Es por ello, que líderes religiosos han expresado su preocupación por el impacto de estas detenciones en la comunidad cristiana, señalando que 10 millones de creyentes podrían estar en riesgo de deportación.  

Lo cierto, es que la incertidumbre sobre el futuro de Ambrosio y su familia refleja el dilema de miles de migrantes en EEUU. 

La esposa de Ambrosio, Marleny, manifestó su angustia por la situación, preguntándose cómo podrán sobrevivir sin el sustento de su esposo. 

Ante esta situación compleja, su hija mayor, Ashley, asumió responsabilidades adicionales, administrando el negocio familiar y liderando la iglesia en ausencia de su padre.  

“Para mis hijos, fue como si el mundo se acabara”, dijo su esposa, Marleny. 

Mientras tanto, Ambrosio permanece en un centro de detención, manteniendo contacto con su familia por videollamada, aunque su estado de salud ha comenzado a deteriorarse aparentemente. 

En la iglesia local, su hijo menor, Esdras, de 12 años, toca el piano para recordar a su padre. Lo que se pregunta, es si su papá volverá rápido. “No sabría qué hacer sin él”, expresó. “Es como mi mejor amigo”, añadió. 

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