El gobierno de Nicolás Maduro condenó este lunes que Estados Unidos emitiera una alerta de viaje sobre Venezuela, con la que pidió a sus ciudadanos no visitar el país, y aseguró que esta medida es un «acto hostil».
Mediante un comunicado, el gobierno rechazó de «forma categórica» la alerta de viaje del Departamento de Estado estadounidense. Además, afirmó que se trataba de un acto «cargado de cinismo, racismo y propaganda política».
«Esta alerta no busca proteger a nadie: es una herramienta de guerra psicológica y desinformación, para del libre intervencionista de Washington y sus lacayos locales», indicó el Palacio de Miraflores.
El gobierno sostuvo que «Venezuela es un país de paz». En tal sentido, aseguró que las puertas del país siempre estarán abiertas para «quienes deseen visitarnos con respeto y espíritu de hermandad».
GOBIERNO RECUERDA A MAIKELYS
Por otra parte, el gobierno recordó el caso de Maikelys Espinoza, una menor de edad que fue retenida en la frontera cuando ingresó con su familia. Aunque su madre fue deportada, la pequeña se mantuvo en territorio estadounidense.
«Mientras intenta desacredita a Venezuela con acusaciones infundadas, es el propio gobierno estadounidense quien secuestra, encarcela y desaparecida a migrantes, incluidos niños venezolanos», añadió.
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Ante este escenario, el gobierno consideró que Estados Unidos no tiene «autoridad moral para hablar de derechos humanos». También lo acusó de tener a «niños en jaulas, madres separadas de sus hijos, deportaciones arbitrarias y centros de detención».
El pronunciamiento del gobierno de Maduro se dio después de que Estados Unidos alertara de un «peligro extremo» en caso de viajar a Venezuela, a la vez que citó un «alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo y secuestro», entre otros.