En medio de una creciente tensión geopolítica en Medio Oriente tras el ataque estadounidense anunciado el pasado sábado, el presidente de EEUU, Donald Trump lanzó este lunes, 23 de junio, un llamado urgente a los productores de petróleo.
«¡Todos, mantengan los precios del petróleo bajos! ¡Estoy vigilándolos! Están cayendo en las manos del enemigo. ¡No lo hagan!», señaló el mandatario.
Leer Más
LEA TAMBIÉN: «SI ALGUIEN GANA, ES UN POCO MÁS DIFÍCIL QUE SI ALGUIEN PIERDE»: LO ÚLTIMO QUE DIJO TRUMP SOBRE EL CONFLICTO ENTRE IRÁN E ISRAEL
La advertencia, publicada en su red Truth Social, llega tras la amenaza de Irán de cerrar el estratégico estrecho de Ormuz. Se trata de una arteria vital para el comercio global de crudo. La posibilidad de un bloqueo ha encendido las alarmas en los mercados energéticos, que ya registran una volatilidad significativa.
Como se sabe, el estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente una quinta parte del petróleo mundial, se ha convertido nuevamente en el epicentro de una posible crisis energética.
Irán, tras sufrir bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares clave, ha prometido represalias, entre ellas el cierre de esta vía marítima.
La medida, de concretarse, podría provocar un shock inflacionario global, disparando los precios del crudo y afectando la estabilidad económica internacional.
Además de su llamado a mantener los precios bajos, Trump instó al Departamento de Energía a aumentar la producción con su ya célebre frase: “¡Perfora, baby, perfora! ¡Ahora!”.
Su mensaje no solo apunta a contener el impacto económico, sino también a consolidar apoyo entre sectores conservadores preocupados por la seguridad energética.
Irán, noveno productor mundial de petróleo, genera unos 3,3 millones de barriles diarios, de los cuales exporta poco menos de la mitad.
En los mercados internacionales, el precio del crudo Brent —referencia global— y su contraparte estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), registraron un salto superior al 4 %, alcanzando su nivel más alto desde enero al iniciar la jornada del lunes. Este repunte refleja el nerviosismo ante un eventual colapso en la cadena de suministro.
Mientras tanto, las principales bolsas europeas y Wall Street comenzaron la semana con leves retrocesos.
