Un joven de Michigan (EEUU), identificado como Joshua Lowe, deberá enfrentar una condena de hasta ocho meses de prisión tras enviar una amenaza de bomba falsa contra el crucero en el que viajaba su novia y familia.
De acuerdo con diversos medios estadounidenses, el incidente ocurrió en enero del año pasado, cuando Lowe, molesto por haber sido dejado a cargo de las mascotas de su novia, envió un correo electrónico alertando sobre una posible bomba en el crucero Sunrise, de Carnival Corp, que salió desde Miami.
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Este acto desencadenó un operativo de emergencia, que incluyó la inspección de más de mil camarotes y el desvío del barco hacia un puerto seguro.
Por ende, la amenaza, que resultó ser falsa, movilizó recursos significativos de seguridad pública y generó pánico entre los pasajeros y la tripulación.
Según las autoridades, el correo electrónico fue rastreado hasta la residencia donde Lowe vivía con la familia de su novia.
Durante el juicio, el joven admitió que su frustración personal fue el motivo detrás de sus acciones. También expresó su arrepentimiento en una carta dirigida al juez federal Paul Maloney.
“Todo esto es culpa mía y asumo toda la responsabilidad”, reza parte de la misiva.

UNA PELIGROSA FALSA ALARMA EN EL CRUCERO
Funcionarios del FBI y fiscales federales enfatizaron, que este tipo de incidentes desvían recursos esenciales y generan miedo innecesario.
De hecho, Mark Totten, fiscal de EEUU, señaló en un comunicado destacado por The Independent: “Nos tomamos muy en serio cualquier amenaza de violencia masiva. Las falsas alarmas no solo ponen en peligro vidas, sino que también generan costos innecesarios y desvían recursos de seguridad pública que podrían emplearse en amenazas reales”.
Asimismo, desde el FBI en Michigan, el agente especial al mando, Cheyvoryea Gibson, calificó las amenazas de bomba como irresponsables.
En declaraciones, en una entrevista concedida a NBC News, afirmó: “Las amenazas de bomba no son un asunto de risa y son extremadamente irresponsables. Cuando las personas realizan falsas advertencias de broma, desvían recursos esenciales de las fuerzas del orden y generan miedo innecesario”.
Lo cierto, es que aunque Lowe se disculpó públicamente y asumió la responsabilidad, su acción le valió una condena que podría haber sido de hasta cinco años de prisión, según la legislación estadounidense.