Alerta en el Atlántico: Erin se convierte en el primer huracán de la temporada y amenaza con romper récords

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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Cortesía

La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó con fuerza: Erin se convirtió en el primer huracán nombrado de 2025 y marca el inicio de un periodo que podría superar el promedio habitual de tormentas en la región.  

Con vientos sostenidos de hasta 120 km/h, Erin se ha fortalecido rápidamente desde su formación como tormenta tropical, desplazándose hacia el Caribe con potencial de convertirse en un huracán mayor.  

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Este fenómeno no solo inaugura la actividad ciclónica del año, sino que también activa las alertas en múltiples territorios insulares, desde Puerto Rico hasta las Islas Vírgenes y las Antillas Menores. 

Lo más preocupante, es que las condiciones atmosféricas y oceánicas actuales son especialmente propicias para la formación de ciclones intensos.  

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha advertido que las temperaturas del mar están por encima del promedio, lo que podría alimentar la intensificación de Erin y otros sistemas en desarrollo.  

De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional estima que podrían formarse entre 13 y 19 tormentas nombradas en los próximos meses, de las cuales entre seis y 10 alcanzarían la categoría de huracán.  

Este pronóstico sugiere una temporada “ligeramente por encima de lo normal”, lo que exige vigilancia extrema por parte de las autoridades costeras. 

TRAYECTORIA DE ERIN  

Erin se desplaza hacia el oeste-noroeste, con una trayectoria que lo llevaría cerca de República Dominicana, Haití y las Bahamas durante el fin de semana.  

Las bandas externas del huracán ya provocan lluvias intensas y marejadas peligrosas en las Islas de Sotavento del Norte, con acumulaciones de hasta 150 milímetros y riesgo de inundaciones repentinas.  

Las autoridades locales han emitido alertas de tormenta tropical y vigilancia meteorológica en varias islas, mientras se preparan para posibles deslizamientos de tierra y cortes de energía. 

Este inicio de temporada contrasta con el año anterior, cuando el Atlántico registró 11 huracanes, cinco de ellos de categoría 3 o superior. Los daños materiales y las pérdidas humanas en el Caribe y el sureste de Estados Unidos fueron significativos, lo que subraya la vulnerabilidad de las comunidades costeras ante eventos extremos.  

En ese contexto, la cooperación internacional y el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana se vuelven fundamentales para mitigar los riesgos y coordinar respuestas efectivas.

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