Para quienes buscan convertirse en ciudadanos estadounidenses, el camino hacia la naturalización está lleno de requisitos, controles y verificaciones. Es por ello, que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) no solo revisa los documentos básicos, sino que realiza una investigación exhaustiva que incluye antecedentes penales, seguridad nacional y conducta moral.
Este proceso, lejos de ser un simple trámite, representa una evaluación profunda del historial del solicitante.
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Huella digital: el primer filtro biométrico. Se trata de uno de los pasos iniciales es la toma de huellas dactilares, fotografías y firma en un Centro de Soporte de Solicitudes (ASC, en inglés).
Estos datos biométricos se envían al Buró Federal de Investigaciones (FBI), que verifica si el solicitante tiene antecedentes penales o administrativos. Las huellas tienen una validez de 15 meses, y no presentarse a esta cita sin justificación puede considerarse abandono del proceso.
Luego, como otro paso fundamental en el proceso, figura la Verificación de nombre y cruce de datos interinstitucionales.
El USCIS también realiza una verificación de nombre a través del Programa Nacional de Verificación de Nombres (NNCP, en inglés), que consulta el Índice Universal del FBI.
Este índice contiene archivos personales, administrativos y penales recopilados con fines policiales. La verificación debe completarse antes de la entrevista de naturalización, y cualquier inconsistencia puede retrasar o impedir el avance del proceso.
Además de los antecedentes, el USCIS exige que el solicitante demuestre “buen carácter moral” durante al menos cinco años previos a la solicitud y hasta el momento del Juramento de Lealtad.
Esto último, implica que incluso conductas anteriores a ese periodo pueden influir en la decisión. El USCIS puede solicitar resoluciones judiciales o constancias policiales que respalden la conducta del solicitante, incluso si no hay antecedentes penales formales.

EXENCIONES
Aunque la toma de huellas dactilares es un paso necesario en el proceso, algunos solicitantes pueden obtener una exención de este requisito.
Por lo general, dicha exención se concede cuando no es posible capturar las huellas debido a una condición médica, deformidades físicas, problemas en la piel o ciertos trastornos psiquiátricos. Sin embargo, únicamente algunos funcionarios están autorizados para otorgarla.
Un funcionario no puede conceder la exención si la solicitud se basa únicamente en que:
- El solicitante tiene menos de 10 dedos.
- Las huellas dactilares se consideran no clasificables.
- La condición que impide la toma de huellas es temporal.