La comunidad digital se encuentra conmocionada tras conocerse que Brady Kiser, esposo de la influencer Emilie Kiser, podría enfrentar cargos por abuso infantil luego de la trágica muerte de su hijo Trigg, de tres años.
De acuerdo con la información reseñada por People, el incidente ocurrió el pasado 12 de mayo en Chandler, en Arizona (EEUU), cuando el menor fue hallado inconsciente en la piscina del patio trasero de su casa. Aunque fue trasladado en estado crítico al hospital, falleció por presunto ahogamiento seis días después.
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Según declaraciones de Brady a la policía, el padre se encontraba cuidando al recién nacido de la pareja, Theodore, mientras Trigg jugaba cerca del agua.
En un momento de distracción de tres a cinco minutos, Brady perdió de vista al niño y lo encontró flotando en la piscina.
La investigación del Departamento de Policía de Chandler (CPD, por sus siglas en inglés) concluyó este martes, 15 de julio, y recomendó que se presenten cargos por abuso infantil en grado de delito grave de clase 4, lo que podría implicar penas de prisión de hasta tres años para el esposo de la influencer.
La Fiscalía del Condado de Maricopa está revisando el expediente para determinar si procede con la acusación formal. Mientras tanto, Emilie Kiser ha solicitado protección legal para mantener en privado los registros relacionados con la tragedia, incluyendo imágenes sensibles y documentos de la investigación.
Lo que se precisó, es que el tribunal falló a su favor el 3 de junio, otorgándole confidencialidad temporal sobre dichos materiales.
Sin embargo, ya el caso ha generado un intenso debate sobre la supervisión infantil y responsabilidad parental, especialmente en contextos de alta exposición mediática. Emilie, quien cuenta con más de cuatro millones de seguidores en TikTok, ha mantenido silencio público desde el incidente.
Su abogado argumentó que la divulgación de los registros podría causar un daño emocional significativo a la familia, que atraviesa un duelo profundamente personal.
En tanto, las agencias públicas siguen tramitando solicitudes para obtener acceso a los registros vinculados con el fallecimiento del menor. El pasado 9 de julio, tanto el Departamento de Policía de Chandler como la Oficina del Médico Forense pidieron una excepción que les permitiera compartir información clave para cerrar sus respectivas investigaciones. No obstante, la solicitud todavía está pendiente de una resolución definitiva.
