El Gobierno de Guyana reiteró el viernes que no tiene planes de dialogar con Venezuela pese al exhorto de la Administración de Nicolás Maduro, al tiempo que insistió que la disputa por el Esequibo debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
En un comunicado, la cancillería de ese país precisó que se «abstendrá» de debatir ningún asunto presentado ante esa instancia.
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«A tal efecto, y para no menoscabar la jurisdicción ni la autoridad de la corte como foro idóneo para la resolución de esta controversia, Guyana se abstendrá de debatir ningún asunto que se haya presentado ante la misma», dice la misiva.
Dicha negativa de parte de Guyana surge después de que el embajador chino, Zhang Limin, hablara sobre la controversia. En sus palabras, el conflicto por las aguas pendientes por delimitar, se pueden resolver con «consultas y negociaciones amistosas». Sin embargo, aclaró que su país «nunca interviene en asuntos internos de otros países».
A pesar de ello, Georgetown envió un recado al gigante asiático en torno a la controversia.
«China necesita tener principios en su posición de respetar la integridad territorial de Guyana y no apaciguar la violación en serie de las leyes internacionales por parte de Maduro», comentó el secretario de Exteriores de Guyana, Robert Persaud.
LA EXIGENCIA DE MADURO POR EL ESEQUIBO
Maduro, por su parte, ha insistido en que haya conversaciones directas con Guyana. De hecho, retó al mandatario a «sentarse cara a cara» para llevar a cabo un diálogo.
«Así que el Zelenski del Caribe, el señor Irfaan, presidente de Guyana, debe rectificar de inmediato y dejar de provocar a Venezuela, dejar de violar las leyes internacionales, sentarse, hablar cara a cara conmigo. ¿O es que tiene miedo? ¿O es que teme? ¿Qué teme el Zelenski del Caribe? Que no cumple los acuerdos. ¿Ah?», enfatizó en una alocución.
Georgetown, que actualmente controla el Esequibo, defiende que este le pertenece. Esto con base en un laudo de 1899 que pidió a la CIJ ratificar; mientras Caracas ha recalcado que no reconocerá lo emanado en dicha corte y se atiene al Acuerdo de Ginebra de 1966.