El Tren de Aragua continúa causando estragos en Estados Unidos, sobre todo en el estado de Colorado, luego que una mujer denunciara que miembros del grupo delictivo le arrojaron agua hirviendo mientras estuvo embarazada.
El hecho ocurrió en un complejo de apartamentos en los suburbios de Aurora en Denver, donde reportes indican que los pandilleros tienen una fuerte presencia.
LEA TAMBIÉN: VENEZOLANOS TEMEN QUE MITIN DE TRUMP PUEDA EXACERBAR LA XENOFOBIA EN COLORADO
Un video difundido por DailyMail muestra a la mujer que recién dio a luz narrar los hechos. Esta relato que los miembros del Tren de Aragua la quemaron con agua caliente a pesar de que aún estaba en estado. Asimismo, dijo que la aterrorizaron tanto a ella como a su esposo. Ambos son migrantes guatemaltecos.
Los dos residen en Whispering Pines Apartments, una de las tres propiedades de Aurora. Allí, la organización criminal ha fortalecido su control en meses recientes.
La hoy madre reveló que incluso entró en trabajo de parto de forma prematura, producto del estrés que le causa vivir con el temor constante por su seguridad. Esto se debe a que en el complejo donde vive, varias personas al otro lado del pasillo pertenecen al Tren de Aragua.
«PATEARON LA PUERTA»
La víctima contó cómo ocurrió todo el día que le agredieron con el agua hirviendo.
«Patearon la puerta. Se cansaron de encontrar la manera… Vinieron y nos tiraron agua caliente», narró a los administradores del apartamento.
Cuenta que los antisociales llegaron a ellos por primera vez hace meses. En ese entonces, les dijeron que desalojaran el apartamento para hacerse cargo de él.
Cuando se negaron a abandonar la vivienda, se toparon con la extorsión de la banda criminal. Los matones les dijeron que si iban a seguir viviendo allí, tenían que pagarles «el alquiler».
Tras negarse, patearon la puerta y les lanzaron el agua hirviendo, lo que forzó al parto prematuro.
«Nunca estuve en paz», comentó la mujer. Sin embargo, la administración del apartamento le dice que para poder echarlos, debe presentar una denuncia.
Ella aceptó hablar más, pero solo desde la privacidad de su apartamento para que los miembros de Tren de Aragua no la escuchen.
