El estado de Florida (EEUU) ha sido escenario de innumerables incidentes con caimanes, pero pocos tan surrealistas como el caso de Timothy Schulz, un hombre de 42 años que perdió la vida tras una serie de eventos caóticos en el Condado de Polk.
De acuerdo con los reportes de medios locales, lo que comenzó como un comportamiento errático en una tienda terminó en un enfrentamiento con la policía. La situación irregular dejó una estela de preguntas sobre su estado mental y las circunstancias que lo llevaron a su trágico destino.
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El día de Schulz comenzó con una llamada de emergencia a las 5:56 a.m., cuando un trabajador de una tienda reportó su comportamiento extraño y tembloroso, mencionando que quería contactar a su hijo.
Sin embargo, cuando los agentes llegaron, no lograron localizarlo. Horas más tarde, residentes de Lakeland informaron que Schulz estaba nadando en un lago infestado de caimanes, ignorando las advertencias de los testigos y rechazando un chaleco salvavidas.
Para mayor gravedad del caso, un caimán lo mordió en el brazo derecho, pero esto no detuvo su frenético comportamiento.
Tras salir del agua, Schulz recogió unas tijeras de podar y comenzó a actuar de manera agresiva. Primero intentó romper la ventana de un vehículo con un ladrillo y luego se enfrentó a los agentes de policía que acudieron al lugar.
A pesar de los intentos de los oficiales por contenerlo con un taser, Schulz continuó su ataque. La situación se tornó aún más peligrosa cuando logró entrar en una patrulla policial e intentó tomar un rifle o escopeta asegurados dentro del vehículo.
Ante la amenaza inminente, los agentes abrieron fuego, impactando a Schulz con varios disparos.
El sheriff Grady Judd defendió la actuación de los oficiales, argumentando que la situación se había convertido en un riesgo extremo cuando Schulz intentó acceder a las armas dentro del vehículo.
“Cuando intentó entrar al vehículo con las herramientas de jardinería y llegar a las armas, se transformó en una situación de alto riesgo”, indicó Judd en conferencia de prensa.
Como parte del protocolo, los agentes involucrados fueron puestos en licencia administrativa mientras se lleva a cabo la investigación del incidente.
Schulz tenía un historial de múltiples cargos previos vinculados al consumo de metanfetaminas. Había salido de prisión solo seis días antes del enfrentamiento fatal, tras haber sido detenido en abril por posesión de dicha sustancia.
