Un terrible caso sacude a la sociedad española, luego de conocerse que una pareja vendió a su hija de 14 años, para que se casara con un hombre, y recibieron a cambio 5.000 euros y cinco botellas de Whisky.
Los padres de la joven resultaron detenidos por miembros de la Guardia Civil en Corella, población en la comunidad autónoma de Navarra.
Por su parte, los Mossos d’Esquadra (Policía catalana) fueron los encargados de detener a otras tres personas vinculadas al caso (los compradores) en Mollerusa, localidad de Lérida en Cataluña.
A todos se les atribuye el delito de trata de seres humanos con fines de matrimonio forzado. La menor quedó en manos de la Dirección General de Atención a la Infancia (Dgaia) de la Generalitat.
A la joven la encontraron mendigando en las puertas de un supermercado de la localidad de Les Borges Blanques, también en Lérida.
VENTA INHUMANA
Los hechos se remontan al pasado mes de enero cuando los padres de la menor, ambos de 35 años de edad, vendieron a su hija a otra familia residente en Lérida para que contrajera matrimonio con su hijo, de 21 años.
Según confirman fuentes de la Policía catalana, el acuerdo de carácter ilícito se cerró por un pago de 5.000 euros, cinco botellas de whisky y algunos alimentos básicos.
A la menor la trasladaron a Cataluña, donde permaneció bajo el control de la familia compradora con el propósito de consumar el matrimonio forzado.
La joven, que no estaba escolarizada, fue obligada a ejercer la mendicidad como forma de aportar dinero a la familia compradora, según lo reseñado por el medio español ABC.
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Una denuncia de los Servicios Sociales permitió iniciar una investigación por el Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia Civil en Navarra y resultó esencial para identificar a los implicados y conocer el paradero de la menor.
Finalmente, el pasado 3 de octubre, la policía autonómica halló a la joven mendigando. Los agentes llevaron a la menor a la comisaría y le reclamaron el contacto de sus padres o tutores.
Los agentes identificaron a dos adultos, de quien la joven dijo que era su hija, «pero en realidad eran los padres de su esposo, los que habían amañado el matrimonio forzado con sus padres».
Los suegros de la menor, de 40 y 42 años, y también su esposo, de 21 años, implicados en la compra y el traslado de la víctima, quedaron a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Lérida.

