Las extrañas «medusas gigantes» que generan pánico en EEUU, tienen tentáculos de hasta 21 metros

Luis Alfredo Ledezma
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La costa de Texas (EEUU) ha sido testigo de un fenómeno marino inusual que ha encendido las alarmas entre autoridades y bañistas: la llegada masiva de las medusas gigante Drymonema larsoni, conocida popularmente como pink meanie.  
Los tentáculos de la pink meanie pueden superar los 20 metros de longitud en aguas profundas / Jace Tunnell/Harte Research Institute

La costa de Texas (EEUU) ha sido testigo de un fenómeno marino inusual que ha encendido las alarmas entre autoridades y bañistas: la llegada masiva de las medusas gigante Drymonema larsoni, conocida popularmente como pink meanie.  

De acuerdo con lo reseñado por medios locales, estas medusas, de intenso color rosado y aspecto imponente, puede alcanzar tentáculos de hasta 21 metros de longitud, lo que la convierte en una presencia tan fascinante como potencialmente peligrosa.  

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Identificada como especie propia en 2011, la pink meanie pertenece a la familia Drymonematidae y puede pesar más de 22 kilogramos.  

Su aparición en el Golfo de México está relacionada con la migración de su principal fuente de alimento: la medusa luna.  

Según Jace Tunnell, director de participación comunitaria del Harte Research Institute, cuando las medusas luna abundan, las pink meanie las siguen, y cuando desaparecen, también lo hacen estas gigantes rosadas.  

El intenso color rosado de la pink meanie la hace fácilmente reconocible tanto en el agua como en la arena / Archivo

¿POR QUÉ NO DEBEN TOCARSE?  

Aunque su aspecto recuerda a una nube de algodón de azúcar flotante, los expertos advierten que no deben tocarse. Su picadura puede provocar desde molestias leves hasta dolor considerable. 

Algunos bañistas han reportado incidentes dolorosos tras el contacto con sus tentáculos, lo que ha llevado a las autoridades a emitir recomendaciones de seguridad, como evitar el ingreso al agua en zonas donde se han avistado ejemplares y aplicar vinagre en caso de picadura para aliviar el dolor. Nunca frotar el área afectada. 

Lo cierto, es que su presencia en Texas, así como en costas del Mediterráneo y Sudáfrica, evidencia el dinamismo de los ecosistemas marinos y cómo el cambio climático y las migraciones de especies pueden alterar los patrones habituales de la fauna oceánica. 

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