En un rincón volcánico de Arkansas (EEUU), donde la tierra guarda «secretos brillantes», Micherre Fox, una neoyorquina de 31 años, vivió una experiencia que parece sacada de una novela tras encontrar un hermoso y muy caro diamante.
De acuerdo con la información reseñada por Fox News, tras casi un mes de exploración en el Crater of Diamonds State Park, la joven encontró un diamante incoloro de 2,30 quilates, convirtiéndose en la tercera gema más grande descubierta en ese parque durante 2025.
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Lo que comenzó como una aventura personal, terminó siendo el símbolo perfecto para su compromiso matrimonial.
Fox llegó al parque el 8 de julio con una meta poco convencional: encontrar su propio diamante para el anillo de compromiso.
Durante semanas, se sumergió entre piedras volcánicas y lodo, enfrentando el calor y la incertidumbre. El 29 de julio, en su último día de búsqueda, algo brillante junto a sus pies llamó su atención. “Me arrodillé y lloré, después empecé a reír”, relató emocionada.
El personal del parque confirmó que se trataba de un diamante redondeado, con brillo metálico y una forma lisa que lo hacía único.
El Crater of Diamonds State Park es uno de los pocos lugares en el mundo donde cualquier visitante puede buscar diamantes en su fuente original y quedarse con lo que encuentre.
Con más de 75.000 piedras registradas desde el siglo XX, el parque atrae a aventureros de todo el mundo. En lo que va del año, se han identificado 366 piedras, 11 de ellas de más de un quilate.
Para Fox, el diamante representa más que una piedra preciosa. Es una metáfora del matrimonio: “Hay algo simbólico en resolver problemas con dinero, pero en el matrimonio el dinero se puede agotar. Hay que estar dispuesto y saber resolver esas situaciones con trabajo”, reflexionó.
Su decisión de buscar la piedra por sí misma fue respaldada por su pareja, quien la acompañó emocionalmente durante toda la travesía.
Hoy, el “Diamante Fox-Ballou”, como ella lo ha nombrado en honor a su prometido, será tallado y convertido en el corazón de su anillo de compromiso.
Más allá del valor económico —estimado en unos 27.000 dólares—, esta gema encierra así una historia de perseverancia, amor y conexión con la tierra.
