Los venezolanos se mantienen expectantes por la canonización de la Madre Carmen Rendiles este sábado. Ante este escenario, el sacerdote Franklin Manrique relató el segundo milagro por el que la monja se hará santa.
El Vaticano evaluó durante varios años la curación de la joven Fabiola de Abreu Obadía. Finalmente, consideró que se trata de un caso de carácter sobrenatural y en el que habría intervenido la madre Carmen Rendiles.
«Fabiola, esta jovencita, empezó a padecer de dolores de cabeza. Descubren que tiene una hidrocefalia, le colocan una válvula y se enferma aún más. Queda prácticamente en estado vegetal y se va a contaminar con meningitis y encefalitis», dijo Manrique.
La joven tenía un complejo escenario de salud y algunos sospechaban que tenía una apofia cerebral, puesto que «no había ningún tipo de reacción». En este momento es cuando Manrique, entonces capellán del Colegio Belén, conoce a Fabiola.
EL MILAGRO DE FABIOLA
La Madre Carmen fue beatificada el 16 de junio con una multitudinaria misa en Caracas. Mientras tanto, Fabiola estaba en un grave estado de salud y su madre, Gisela, se cruzó con la ceremonia al encender la televisión.
La mujer explicó a ACI Prensa que, al ver la misa, sintió una «moción interior» de pedir a la beata por la curación de Fabiana. Luego visitó al Colegio Belén, fundado por la Madre Carmen, para buscar ayuda.
El sacerdote Manrique hizo una misa privada en casa de Fabiola y luego una segunda en el colegio, con una autorización de los médicos de la joven. Este día, aparentemente, ocurrió el milagro.
Manrique pidió a las monjas que pusieran una reliquia de la beata en las manos de Fabiola y que trajeran el cuadro de la Madre Carmen que se usó en su primer milagro: la sanación de la cirujana Trinette Durán de Branger. Luego la joven recibió la comunión y todos rezaron.
LA CURACIÓN
Varios días después de esta misa no había mejoría en el estado de salud de Fabiola. Al contrario, para el 18 de septiembre la situación se agravó súbitamente, puesto que la joven se iba «como apagando» y «no había ningún tipo de reacción». Al día siguiente, todo cambió.
«Fabiola dice: ‘Mamá, dame el teléfono para hablar con mi abuela‘. Su mamá se sorprende porque tenía más de 4 meses que ella no hablaba, no comía, no decía nada y le da el teléfono», recordó el sacerdote.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: FORO PENAL ENVIÓ UNA CARTA AL PAPA LEÓN XIV Y LE PIDIÓ INTERCEDER POR LA LIBERACIÓN DE LOS 845 PRESOS POLÍTICOS
Contra todo pronóstico, la joven logró marcar el celular, hablar con su abuela y sus tías e, incluso, llegó a pedir de comer. Aunque llevaba meses sin hablar, apenas un día después, la joven logró caminar hasta la tumba de la Madre Carmen.
En la actualidad, Fabiola puede caminar y hablar con normalidad. Después de un amplio proceso de documentación e investigación eclesiástica, el fallecido papa Francisco aprobó este año el segundo milagro y ordenó la canonización de la Madre Carmen.
El primer milagro de la Madre Rendiles ocurrió en 2003. La cirujana Durán Branger, cuyo brazo estaba inmovilizado por una descarga eléctrica, fue al Colegio Belén a rezar por su recuperación y una monja la acompañó a orar.
La monja le pidió que hiciera un dibujo de la Madre y, cuando iba a tomar el retrato, de este «salió un rayo de luz que iluminó toda la habitación». La cirujana se desplomó y, al recobrar el conocimiento, ya no tenía dolor en su brazo. Se había curado.