En un suburbio al este de Denver, en Colorado (EEUU), una pareja terminó arrestada tras descubrirse que convivieron durante más de un año y medio con el cadáver de un amigo fallecido, con el objetivo de seguir cobrando su pensión.
De acuerdo con la información reseñada por CBS News, James Agnew, de 55 años, y Suzanne Agnew, de 57, mantuvieron el cuerpo de James Francis O’Neill, de 64 años, oculto bajo un colchón inflable en su apartamento desde diciembre de 2023, según informó el Departamento de Policía de Lakewood.
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El hallazgo se produjo el pasado 3 de julio, luego de que el hermano de O’Neill denunciara la falta de contacto con él.
Fue, en ese momento, que los oficiales decidieron acudir a la vivienda ubicada en la cuadra 3400 de South Ammons Street. Los agentes informaron que un hombre, quien se presentó únicamente como James y se negó a proporcionar su apellido, manifestó que no quería tener contacto con su familia.
Más tarde, los oficiales mostraron a Robert O’Neill (hermano de la víctima) una fotografía de ese hombre —captada por la cámara corporal policial— y entonces se percataron de que no se trataba de James O’Neill.
Al ingresar al domicilio, los agentes encontraron el cuerpo, parcialmente devorado por los ocho perros chihuahua que vivían con la pareja.
Las autoridades estiman que O’Neill murió por causas naturales entre el 10 y 20 de diciembre de 2023. Sin embargo, todavía se realizan análisis forenses para confirmar la causa exacta.
¿POR QUÉ OCULTARON EL CADÁVER?
Según el reporte oficial, los Agnew confesaron haber ocultado intencionalmente el fallecimiento para seguir recibiendo los pagos mensuales del Seguro Social. Los mismos eran por poco menos de 1.000 dólares.
Durante 18 meses, los fondos fueron depositados en la cuenta bancaria de la víctima. Este dinero efectivamente, lo robó la pareja usando una tarjeta, lo que representó un fraude de al menos 17.000 dólares.
En consecuencia, la pareja enfrenta múltiples cargos, entre ellos abuso de un cadáver, manipulación de un cuerpo humano fallecido, robo y uso no autorizado de dispositivos financieros.
De ser hallados culpables, podrían enfrentar hasta 10 años de prisión y multas de hasta 10.000 dólares. La sentencia dependerá de factores como el estado psicológico de la pareja y la naturaleza de su relación con la víctima. Según las investigaciones, este vínculo podría haber sido sentimental.
Este caso, aunque inusual, no es el primero en el estado. En junio de este año, el propietario de una funeraria en Colorado fue condenado a 20 años de prisión. En concreto, por almacenar ilegalmente casi 190 cuerpos en descomposición como parte de un fraude vinculado a fondos de ayuda por la pandemia.