En Reynoldsburg, Ohio (EEUU), un incidente devastador ha generado conmoción en todo país. Avery Russell, una niña de 11 años, fue brutalmente atacada por dos pitbulls mientras visitaba la casa de su amiga llamada Kiera.
De acuerdo con lo reseñado por USA Today, lo que comenzó como una tarde de juegos terminó en una pesadilla cuando los perros, conocidos por su comportamiento agresivo previo, se abalanzaron sobre Avery, dejándola con heridas graves en el rostro y cuerpo.
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El ataque ocurrió en la vivienda de Kiera, donde se encontraban cuatro pitbulls, dos adultos y dos cachorros.
Según informes, los perros ya habían mostrado comportamientos agresivos en el pasado, pero estos antecedentes no fueron reportados a las autoridades.
Durante el ataque, Avery intentó escapar hacia el patio trasero, pero los perros la persiguieron y atacaron con brutalidad.
La intervención de un vecino y oficial de policía fue crucial para salvar la vida de la niña, quien fue trasladada de emergencia al hospital.
Las lesiones de Avery fueron extremadamente graves, incluyendo la pérdida casi total de ambas orejas, desgarros en la nariz y cortes profundos en el rostro y cuerpo.
La niña ha tenido que someterse a múltiples cirugías reconstructivas y enfrenta un largo camino de recuperación física y emocional.
Su madre, Drew Russell, ha iniciado una lucha por justicia y cambios en las leyes de tenencia de perros peligrosos en Ohio, argumentando que las sanciones actuales son insuficientes para prevenir ataques de esta magnitud.
Este caso ha desatado nuevamente un debate nacional sobre la tenencia de perros considerados peligrosos y la responsabilidad de sus dueños.
Expertos en comportamiento animal y legisladores han señalado la necesidad de implementar medidas más estrictas. Por ejemplo, la obligatoriedad de reportar antecedentes agresivos y la imposición de sanciones más severas para los dueños negligentes.
Sin embargo, la comunidad de Reynoldsburg se encuentra dividida entre quienes defienden la raza pitbull y quienes exigen mayores restricciones.
En tanto, Russell expresó su frustración por el lento avance del caso judicial contra la dueña de los perros, Stephanie Ayers, quien incluso ha solicitado al tribunal que le devuelvan uno de los animales involucrados en el ataque.
“Mi hija casi muere, y nuestra vida ha dado un vuelco. Nada parece igual que hace seis meses”, afirmó Drew, quien también lamentó que uno de los perros siga vivo.
“Si no luchamos ni intentamos lograr algún cambio, ¿para qué sirve todo esto? ¿Para qué tanto sufrimiento?”, declaró Drew al mencionado medio.